Centenaria MSP

07/01/2020
 Actualizado a 07/01/2020
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No ha sido un siglo fácil para la que fuera la primera central termoeléctricade vapor de España y que Ponferrada acogió con los brazos abiertos desde su apodo de ciudad del dólar. La Minero Siderúrgica de Ponferrada, MSP la construía al lado del Sil, con la fuerza del agua servicial para surtirla desde cinco calderas en las que sudaban fuego cientos de valientes. Abuelo Modesto estaba entre ellos,detrás de ese fuego que soportaba a diario en un ambiente húmedo, duro…recordaba. Desde Otero bajaba en bicicleta a dejarse la piel quitando la escoria de esos hornos para que siguieran su camino de amenazante tintura roja. Formaba parte de la Ponferrada que dibujaba su historia secular al lado de la energía, la misma que hoy utiliza para ser recuerdo, pasado vivo y futuro apuntando a muerte. La central era el hormiguero donde se construía el mañana a voz en grito, pero su garganta quedó muda con los 70 cuando el parto de su hija la sepultó. Desde entonces se convirtió en un gigante herido. Su piel curtida pasó a ser fragilidad anciana reflejada en sus cristales rotos. La ciudad daba la espalda al río, al tren y a la central entonces. Pasto de ladrones, el peculiar edificio solo marcaba su respiración desde los 40 metros de altura de su chimenea, cada vez más perjudicada. Hay algo dentro de esa central familiar no solo para su ciudad madre. Tal vez las manos del abuelo, repletas ahora de cielo, siempre sangrando trabajo en vida. La central estaba en casa. Ahora sigue ahí, pero con las bombillas encendidas de nuevo, coqueteando con años en los que ya no tendría sentido lo que fue. Hoy lo tiene lo que es, memoria y espejo desde un Museo de la Energía que aún quiere dar más. La MSP se hace abuela centenaria y sopla velas a lo grande con ese maquillaje de homenaje, aunque con el mal sabor de boca de ver cómo el Bierzo, al contrario, va perdiendo toda su energía.
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