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Cemento en los bolsillos

20/06/2022
 Actualizado a 20/06/2022
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Antes de este lío en el que todo ha subido sin control con el cuento de que todo viene de Ucrania, si usted se ponía a hacer una obra en casa, por grande o pequeña que fuera la intervención tenía que afrontar unos costes, lógicamente.

Materiales por un lado, mano de obra por otro, otros importes menores no contemplados y es más que posible que algún que otro sobrecoste porque en el transcurso pensó que era mejor proceder de otra manera o ampliar la reforma para dejar arreglado algo más aprovechando la coyuntura de estar metidos en faena completan la factura a la que por ley habrá que añadir el IVA correspondiente, salvo que las partes opinen lo contrario y aquí paz y después gloria. Que así se hace cientos de veces cada día.

Ese procedimiento es lo habitual, como lo es intentar saber de antemano cuánto va a costar la ejecución de un proyecto, incluso tener delante dos o tres precios diferentes y visitar más de un proveedor de materiales cuando uno no tiene compromiso con nadie. Porque cuando hay obligación ya uno se expone a todo pero en la mayor parte de los casos lo normal es, como dice el refranero, «el que mejor chifle, capador».

Refrán que, al fin y al cabo, se aplica en las obras públicas bajo las denominaciones de «mejor proyecto», «propuesta más ventajosa», «licitador con mayor puntuación», «mejor oferta económica»… y que siguiendo con la colección de máximas nacionales vienen a confirmar que «nadie da duros a cuatro pesetas». Luego llegan las consecuencias de que los chanchullos en las obras vengan siendo algo habitual desde hace mucho tiempo, como lo de los viaductos de la A6.

Los puentes romanos que se cuentan por docenas en toda Hispania y que todavía siguen soportando a diario el paso de coches y camiones están intactos, salvo algún pequeño desgaste por la erosión propia de siete, nueve o quince siglos en pie porque los materiales iban a la ejecución del proyecto. Pero cuando se pensó que era mejor dejar el cemento en los bolsillos que en las obras y aparecieron las subcontratas de las contratas, ocurren cosas como esta, que un puente que se hizo hace veinte años y costó una millonada, se cae a trozos.
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