El ‘regalo’ defensivo puso fin a una racha de siete jornadas sin perder de la Ponferradina, que pese a la derrota, dejó buenas sensaciones en su visita a un rival que va como un tiro hacia la fase de ascenso.
Porque los bercianos, durante buena parte del partido, lograron imponer su estilo, sufriendo menos de lo esperado ante un Celta B al que le costó mucho adaptarse a su propuesta.
Sin embargo y como ya sucediera frente al Pontevedra y casi ante el Adarve, la Deportiva perdonó y su rival lo acabó castigando con un tanto que convierte la Copa casi en una quimera y obliga a los blanquiazules a no descuidarse para mantenerse lejos de la promoción de descenso.
Para ello, tendrá que volver a ponerse las pilas en defensa. Tras la exhibición ante el Atlético B y una primera parte correcta a excepción de algún despiste sin consecuencias, en la segunda mitad se volvió a ver a un equipo demasiado frágil, con dificultades para frenar los contragolpes rivales.
Jorge García regresa al once
Tampoco los cambios contribuyeron a frenar la ruleta rusa y se echó de menos a Saúl, que venía de hacer uno de sus mejores partidos como blanquiazul ante el Atlético B y en tierras gallegas no jugó ningún minuto.
El vacío del canterano en la medular lo llenó Jorge García, la gran sorpresa de un once en el que también entró Álvaro Moreno en lugar del sancionado Jon García.
Y su ausencia poco o nada se notó en el arranque del choque. A un espectador sin más referencias que lo que ocurría en el terreno de juego y a la vista de la autoridad con la que saltaron al césped los bercianos, le tuvo que costar distinguir entre el equipo con opciones de ‘playoff’ y el que ha estado meses coqueteando con el descenso.
Durante los primeros compases de partido, el Celta B se vio desbordado por una Ponferradina que dominó todos los registros. Con el balón combinó velocidad y precisión; sin él bordó la presión adelantada y el repliegue que tantos disgustos ha costado.
Hasta tres ocasiones claras tuvieron los blanquiazules –ayer de ‘avispa’– durante el primer cuarto de hora, todas ellas con Yuri de protagonista. El brasileño, que pasó inadvertido ante el Atlético B, volvió a ser una pesadilla para la zaga rival, pero no encontró el camino del gol.
Y es que el filial vigués, que llevaba cuatro jornadas sin recibir un tanto, se defendió como gato panza arriba. Tras superar una salida a la desesperada de Dani Sotres, Alende aparecía ‘in extremis’ para sacar la vaselina del brasileño sobre la misma línea de gol y poco después el cancerbero sacaba una buena mano a un centro-chut del brasileño, que cerraba el asedio berciano con un remate de cabeza que se marchaba cerca de la escuadra.
Si bien la Deportiva fue muy superior durante el primer acto, los locales también pusieron a prueba a Mandaluniz. Los celestes le buscaron las ‘cosquillas’ a los visitantes al contragolpe, pero a excepción de un par de internadas desde la banda, solo fueron capaces de crear peligro con disparos desde fuera del área.
El paso por vestuarios no le sentó bien a la Ponferradina. El Celta B dio un paso adelante en el segundo acto y empezó a llevar la batuta de un encuentro que cambió radicalmente. Con Donoso desaparecido y la medular mucho menos precisa en la salida de balón, los de Carlos Terrazas perdieron el balón y vieron como los gallegos empezaban a llegar con facilidad.
El Celta B, mejor en la segunda parte
Los papeles se invirtieron. Drazic y Eckert despertaron y el filial vigués acarició el gol en un buen arranque de la segunda mitad. La más clara, nada más empezar, fue para Juan Hernández, pero su disparo desde el pico del área se terminó estrellando en el lateral de la red.
Al arreón local la Deportiva respondió al contragolpe. Isi, como empieza a ser costumbre, se echó el equipo a la espalda y la banda izquierda cimentó la ‘reconquista’ berciana, que con el paso de los minutos volvió a hacerse con el timón del choque.
Pese a su mejoría, la Ponferradina no tuvo la claridad ofensiva que sí exhibió en el primer acto y el partido se trabó. Isi se convirtió en la ‘presa’ para los celestes, que intentaron ‘secar’ al extremo a base de continuas faltas. Aun así, el ex del Murcia se las apañó para combinar con Ríos y Jorge García, cuya volea desde el lateral del área se paseó por el área pequeña.
Como ni a unos ni a otros les valía el punto, el partido se descosió en la recta final y se convirtió en un ida y vuelta con ocasiones para ambos. Isi estuvo a punto de sorprender a Dani Sotres con un centro envenenando y el Celta B respondió con una rosca de Dennis que buscaba la escuadra pero se encontró con una mano salvadora de Mandaluniz.
A cinco minutos del final y casi sin margen de maniobra, Eckert nodesaprovechó un balón que Ríos Reina dejaba muerto tras su fallido intento de despeje y pese al asedio final de los bercianos, los tres puntos se quedaron en tierras gallegas.