Esta galería gallega está celebrando un cuarto de siglo y lo ha querido hacer con esta exposición del artista natural de Prado de la Guzpeña. La muestra es una selección de diferentes series de trabajos realizados en los últimos años: 'Gamusinos', 'El Planeta de la memoria' y 'Metáforas'. "La serie 'Gamusinos' se inspira en una tradición popular. El gamusino es un animal imaginario que sirve como juego y entretenimiento con los niños y jóvenes novatos durante la noche. Se lleva a los incautos a cazar gamusinos en un clima de burla y diversión. Los responsables del juego hacen volar la imaginación de los más pequeños hasta el punto de hacérselos ver entre los árboles, las piedras y los troncos. Partiendo de esta idea trato de dar forma a este irreal habitante de mundos inventados", explica Guzpeña sobre el 'leivmotiv' de esta exposición.
Junto a este homenaje a los gamusinos, Guzpeña también lleva trabajos de colecciones como 'El Planeta de la memoria' y 'Metáforas' en los que se definen y consolidan los elementos más característicos de su obra, definiendo el inconfundible estilo pictórico del artista. "En estas muestras la inspiración para crear obras nuevas se encuentra retrocediendo en el tiempo y buscando en creaciones realizadas años atrás las claves y los recursos que han definido mi estilo. Trato de revisar y actualizar formas, elementos y composiciones ya utilizadas en obras anteriores, aferrándome a un universo que he ido creando y en el que se siento muy feliz", apunta sobre las obras que pueden visitarse desde comienzos de este mes de mayo en Ourense.
Color y "fractura libre"
Todas estos trabajos de Guzpeña que se exponen estas semanas en la Galería Visol hacen malabares con diferentes símbolos y signos, pero a su vez con emociones y sentimientos para diseñar y construir un particular lenguaje plástico en el que el artista de la Montaña Oriental se mueve con comodidad en tonos y formas perfectamente reconocibles. "Mi manera de pintar, de trabajar, apuesta por la factura libre y bien terminada, la delicadeza y sutilidad del colorido, la firmeza de la línea y del dibujo y la forma geométrica que no renuncia al volumen. A todo ello se añaden los cuidados contrastes de luces y sombras, gradaciones cromáticas, perspectivas y profundidades", valora este pintor de Prado de la Guzpeña afincado en Almanza.
Pintando desde que era un niño y con una formación de cuatro décadas, Guzpeña continúa así consolidando su propuesta artística. Un estilo que en esta ocasión eleva a arte la tradición de salir a cazar gamusinos.