Había cosas diferentes. Por un lado en la grada, donde por primera vez en la temporada, en una normalidad que se ha convertido en extrañeza, cuando la Ponferradina saltó al campo se encontró la pitada de una afición rival que cambió el silencio de los últimos meses por el tradicional empuje a su equipo y la presión a rival y sobre todo colegiado en cada acción mínimamente dudosa.También en el campo, donde Manu García se estrenaba esta temporada en esa Segunda División donde es posible que los bercianos no estuvieran de no ser por su brillante actuación en la penúltima jornada del año pasado; Yac volvía a jugar por primera vez desde el mes de enero y lo hacía de inicio ante el carrusel de bajas atrás (Amo, Paris, Castellano y Manu Hernando, a los que se sumaba un mediocentro como Larrea); y superado el calvario de lesiones en que se ha convertido su último año Ríos Reina volvía a correr por esa banda izquierda de la que debía haber seguido siendo dueño pero que no le veía ‘cabalgando’ desde el lejanísimo 11 de diciembre.
Sin embargo, otras cosas permanecen perennes e inamovibles en el tiempo. Una es la fe de la Deportiva, demostrada en las numerosas remontadas en partidos que se le habían puesto cuesta arriba pero también ahora, agarrándose a las opciones que le quedan de soñar con el ‘playoff’ aunque pudieran parecer lejanas, jugando como si estuviera a tiro y ganándose el derecho a volver a pensar que quizá no sea una quimera.
El 1-0 llegó a balón parado: Valcarce peinó, Señé dio al aire al ir a despejar y Sielva voleó directo a la escuadra La Deportiva todavía sigue creyendo tras imponerse 0-2 a un Castellón que se jugaba la vida pero se ‘estrelló’ contra el muro que plantaron los bercianos, que se ponen a cinco puntos del ‘playoff’ de ascenso a la espera de lo que este lunes hagan entre ellos los dos rivales que tiene a esa distancia, Girona y Sporting, y que pase lo que pase en esa citasabe que el martes, cuando en torno a las 23:30 acabe su choque con el Español, se irá a ‘dormir’ a dos o tres puntos del sexto puesto si es capaz de vencer.
Y es así por otro de esos factores estáticos y decisivos durante todo el año: el idilio con el gol de ese talento que es Óscar Sielva. ¿Dónde estaría ahora mismo la Deportiva sin esa maldita lesión que le dejó sin su faro durante un mes y medio en el tramo decisivo de la temporada? Es una pregunta que quedará sin respuesta y dejará la duda en el aire, pero lo que es innegable es que ningún otro jugador es tan imprescindible en los esquemas de Bolo.
Equilibrio siempre lo aportó, pero es que este año es letal de cara a la portería rival. Ocho lleva ya el catalán, todos‘golazos’ como el que este sábado cambió por completo el signo del choque al filo del descanso.
Con 0-1 el Castellón tuvo un remate al palo y otro a bocajarro en el que Manu sacó una mano de reflejos Ahí se llegaba con 0-0 y un Castellón superior, dominando y llegando constantemente al área berciana aunque sin transformar ese control en claras ocasiones de peligro, pues de hecho quizá la más clara había sido para los visitantes en una ‘volea’ de Juergen Elitim, en la frontal tras controlar con el pecho y golpearla sin dejarla caer, que el portero sacaba a córner.
Pero a la segunda no perdonaba la Deportiva, que volvía a sacar petróleo de ese balón parado que tantas alegrías le ha dado este año. Esta vez era en una falta lejana que ‘volaba’ para peinar Pablo Valcarce, quedándole a Señé para que despejara pero dando el mediocentro de los valencianos al aire y dejándosela a un Sielva que de primeras, tras el bote del balón, la ponía en esa escuadra con la que parece tener un idilio.
Se había dado un paso importante, pero quedaba mucho por sufrir. De hecho tocó resistir ante el acoso del Castellón, principalmente en los primeros 20 minutos en los que Molina y Ortuño no acertaron con los tres palos, si bien la mejor llegó a quince minutos para el final cuando la Deportiva les había quitado más el balón y parecía haber frenado el vendaval.
Con los locales volcados, Valcarce tuvo dos mano a mano. Perdonó en el primero pero sentenció en el segundo Pero ahí, esa suerte siempre necesaria, hizo acto de escena. Sufrían los bercianos casi en cada centro lateral y en un saque de banda metido directamente en el área pequeña Budinger, libre de marca, conectaba un remate cruzado que se estrellaba en el palo, yéndole el rechace a un Ortuño que en posición clara la mandaba arriba.
‘Perdonó’ ahí el Castellón, pero también en una aún más clara la Deportiva instantes después. Porque los locales se volcaron por completo dejando muchos huecos atrás y dando pie a que primero Valcarce tuviera un mano a mano con muchísimo tiempo para pensar en el que no resolvía y acababa buscando el regate y viendo cómo se la quitaba un defensa, y después Kaxe se encontraba con la parada de Whalley tras rematar en posición muy clara.
Podían haberlo pagado los bercianos pero aparecía Manu García para sacar una mano de reflejos bajo palos cuando, a balón parado, Gálvez ya saboreaba el empate, y en la siguiente ocasión para sentenciar Valcarce se resarcía.
Un cuatro contra dos montaba la Deportiva, decidiendo ahí a la perfección un Carlos Doncel que era quien conducía para habilitar a Pablo Valcarce, que recortaba al defensa y superaba al portero para colocar el definitivo 0-2 que mantiene de lleno en la pelea a los bercianos.