Casi una decena de diagnósticos de cáncer cada día en León en 2021

1.500 personas han muerto por esta "vorágine silenciosa" en la provincia en 2021, casi cuatro veces más que por coronavirus

Cristina Centeno
04/02/2022
 Actualizado a 04/02/2022
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Más de 1.500 personas perdieron la vida en la provincia el año pasado a causa del cáncer, lo que supone casi cuatro veces más que los fallecidos en hospitales por Covid-19 en el mismo periodo, un total de 401 entre enero y diciembre. Fueron 928 hombres y 580 mujeres las víctimas de una enfermedad que tiene múltiples caras y que continúa «en la vorágine de su implacable y silenciosa rutina», lamenta Estanislao de Luis Calabuig, presidente de la Asociación Española Contra el Cáncer en León. Las cifras dejan una tasa de 324 muertes al año por cada 100.000 habitantes, lo que sitúa a León entre los territorios de España con mayor mortalidad por esta enfermedad junto a Ourense, Lugo, Asturias, Zamora y Palencia. En hombres, ese indicador se eleva hasta 423, mientras que en mujeres se sitúa en 250. Ambos sexos se mantienen, por separado, entre las tasas más altas del país.

Este viernes, 4 de febrero, se celebra el Día Mundial Contra el Cáncer, una fecha que coincide este año con el 65 aniversario de la llegada de la Asociación Española Contra el Cáncer a la provincia. Según las estimaciones de la organización, durante el año pasado se diagnosticaron en la provincia de León 3.590 casos de los más de 285.000 detectados a nivel nacional. De ellos, 2.126 correspondían a hombres, mientras que 1.463 fueron diagnosticados en mujeres. Esto sitúa a León con una tasa de 793, «muy superior» a la media nacional, en 603. Algo que «fundamentalmente es debido al envejecimiento poblacional, ya que la edad avanzada es el factor de riesgo más importante del cáncer en general, siendo el intervalo de edad más perjudicado el de mayores de 75 años», explica Estanislao De Luis Calabuig.

Por tipos, el más frecuente para el conjunto de la población leonesa es el colorrectal, del que se contabilizaron 528 casos durante el año pasado. Por sexos, el más numeroso en hombres fue el de próstata (445 diagnósticos), mientras que para las mujeres es el de mama (387). Siguen en importancia para ambos sexos el colorrectal, el de pulmón y el de vejiga.

También el colorrectal es el de mayor mortalidad en mujeres, con 93 el año pasado, mientras que en hombres el más letal fue el de pulmón, con 225 casos según los datos que maneja la Asociación Española Contra el Cáncer.

Para frenar el avance de esta ‘pandemia’ silenciosa, el presidente de la organización considera «absolutamente necesario reiterar la importancia y urgencia de utilizar los procedimientos preventivos, y en concreto para nuestra provincia realizar la prueba de sangre oculta en heces como la principal prueba para la detección precoz del cáncer de colon, ya que en las últimas campañas, anteriores a la presión de la pandemia, la respuesta de la población de riesgo invitada a participar ligeramente superó el 40 por ciento, lo que implica un número de tumores no detectados que se manifestarán en años sucesivos con consecuencias más dañinas para la salud, efectos negativos para el sistema sanitario y enorme inversión económica».

65 años y "mucho por hacer"

A través de una carta, el presidente de la Asociación Española Contra el Cáncer en León ha agradecido la implicación de la sociedad leonesa con el trabajo de la entidad durante sus 65 años en la provincia, así como la ayuda prestada a pacientes y familiares y la «valentía» de los sanitarios que en los últimos dos años «han tenido que redoblar su dedicación para doblegar los efectos del cáncer sin olvidar la presión devenida por la pandemia». También valora el «esfuerzo de los científicos investigando para encontrar, paso a paso, los remedios que puedan atajar la rebeldía de los tumores cancerígenos» así como «la implicación de todas aquellas personas, entidades e instituciones que se han volcado para demostrar que la prevención es el arma más eficaz con la que contamos en esta desigual contienda».

Eso sí, De Luis Calabuig reconoce en su escrito que «todavía nos queda mucho por hacer», porque tras 65 años «siguen manifestándose situaciones de desigualdad ya que, aunque el cáncer es igual para todos, no todos somos iguales frente al cáncer». Por ello, marca como objetivo prioritario «conseguir la equidad para el conjunto de la población, eliminando diferencias evitables, injustas o remediables entre las personas, ya sea por motivos sociales, económicos, demográficos o geográficos». «La equidad en salud implica que todas las personas deberían tener una oportunidad justa para alcanzar su máximo potencial de salud, lo que en la práctica se traduce en tener igualdad para el acceso a la información sobre la prevención del cáncer», así como disponer «de los mismos derechos y medios para conseguir el mejor tratamiento posible a lo largo de todo el proceso de la enfermedad».
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