Carmen Busmayor: "Irremisiblemente moriré con un Bic en la mano, escribiendo el último poema"

La poeta y escritora ha vivido el confinamiento en compañía de otro confinado, su último libro, ‘Enumeración’, con ilustraciones de Juan Carlos Mestre. Carmen ya disfruta de la fase 1 y el libro ya está en los escaparates

Fulgencio Fernández
27/05/2020
 Actualizado a 27/05/2020
Carmen Busmayor y Juan Carlos Mestre participando en el tradicional encuentro poético en el Hayedo de Busmayor.
Carmen Busmayor y Juan Carlos Mestre participando en el tradicional encuentro poético en el Hayedo de Busmayor.
María del Carmen López López, berciana deBusmayor, es Carmen Busmayor, poeta, profesora, luchadora, columnista en este periódico, militante de la poesía y su tierra, de bercianos como Pereira y Mestre... Tiene un nuevo libro, Enumeración, también confinado durante semanas y ya libre en las estanterías de las librerías.

–¿Qué supone para Carmen Busmayor contar con otro poeta, Juan Carlos Mestre, como ilustrador del libro?
–Me siento  afortunada al máximo . El construir Enumeración acompañada por un poeta tan prestigioso, además de exquisito recitador y artista plástico, como Mestre es un lujo impagable que ni siquiera en un rapto divino de brillantez podría soñar nunca. La verdad, me encuentro muy, pero que muy feliz. Felicidad, además provocada, porque mi nombre aparezca en comunión con el de una persona como es Juan Carlos, siempre al lado de los desasistidos de su estrella, una persona plena de luminosa bonhomía. La verdad, no podía recibir ningún regalo mejor.

–¿Mestre ha hecho las ilustraciones para tus poemas? ¿Se complementan poema e ilustración?–  Sí, sí. Han sido hechas ex profeso para Enumeración . Podía haber tirado de obra existente, que la tenía y en abundancia, algo mucho más cómodo para él con una agenda tan apretada de ordinario, sin embargo se enfrentó a mis versos y mediante la sugerencia casi siempre los llevó a  los  pinceles dotándolos de  una explosión cromática atrapante . En algunos poemas como ‘Canto que nadie ha escuchado’ o ‘La vida en azul celeste’ a un primer vistazo ya  puede comprobarse la relación entre el poema y la ilustración; otros, en cambio, aún existiendo pistas resultan más enigmáticos, libérrimos, exigentes de una lectura-mirada más atenta pero en cualquier caso afirmante del anterior aserto.–¿’Enumeración’ es el título del libro y también de un poema, ¿qué nos quieres contar con este libro? –El poema surgió primero, pues nació en el año 2012, próximo a otros conjuntos versales de carácter inicial pertenecientes al 2011. Más tarde, concluido el libro en su totalidad, entre Juan Carlos, el editor Héctor Escobar, y yo acordamos ponerle dicho título, breve como el poema anunciante cuyos versos finales proclaman esta fluvial invitación: «Amad el agua inventada por los ríos . / Siempre por los ríos. Amadla».–Y el ser humano siempre en el centro. –Siempre. Ya sucedía en mis anteriores libros poéticos  y éste apunta una vez más al ser humano, tanto desde la perspectiva del pasado conforme se atisba en el breve poema ‘Ayer’, canto a mi infancia y a mi tierra como desde la actualidad según se aprecia en ‘Muerte en Qatar’ o ‘Poniatowska 2M14’. Junto a este paisaje primordial, humano, nos topamos con otros poemas, que se deslizan otros mundos distintos pero con tintes personalizados. –¿Cómo vive una poeta este confinamiento?– El confinamiento actual resulta una mordedura necesaria para protegernos contra el misterioso virus mutante llamado Coronavirus. Esa pandemia que está arrasando el mundo ha provocado este aislamiento, confinamiento indiscutiblemente necesario, remacho, con el que cumplo a rajatabla y que en mi caso al menos me permite divisar desde mis ventanas el verdor en los altos de La Candamia, con sus barrancos y chalets poco menos que despeñándose  por el humilde cauce del río Torío y un ligero movimiento diario automovilístico en la carretera de Asturias, además de leer, escribir y reflexionar sobre la vulnerabilidad que nos asiste a todos, absolutamente a todos.–¿Añoras haberlo pasado en Fabero? – Me ha pillado en León, fuera de Fabero, donde todos los meses acudo una o dos veces. No he podido ir a disfrutar estos días de esa pequeña libertad que otorga la fase 1 por El Bierzo. Ahora que ya se puede iré hasta allí a ver cómo siguen mis rosales, además de charlar con los amigos y depositar unas flores a mis muertos.–¿Y cómo valoras la batalla política que se ha desencadenado? –Hay algo que me preocupa profundamente en este sacrificado confinamiento y son esas caceroladas y escraches reaparecidos últimamente, y que lejos de acabar con  la pandemia, que es contra lo que hay que pelear, llevados por la ira, el odio y otras extrañas razones  pueden provocar una marcha atrás  acabando a pilas con nuestra salud o nuestras vidas. Yo les pediría reflexión, calma y cumplimiento de la ley.–Eres una mujer acostumbrada a convivir con la enfermedad, lo has escrito y contado; ¿estás más sensibilizada, más preocupada?
–Una no elige sus enfermedades ni las de sus seres queridos. No. Nos son impuestas. Tampoco te acostumbras, a mi entender, a vivir con ellas. Sencillamente debes aprender a convivir con las mismas y de dicha convivencia se desprende un mayor o mejor conocimiento que deriva en una mejor comprensión de cara a ti misma y a los demás. Mi postura ante la vida respecto a las enfermedades que directa o indirectamente me han tocado y están dañando lo primero ha sido darlas a conocer, no sentir vergüenza y prestar ayuda en lo que puedas. De ahí que publiqué el libro Desde el Alzheimer. Un relato testimonial , el cual circula por toda España en su segunda edición,  junto con artículos en torno a esta dramática dolencia. Y desde hace unos pocos años al Párkinson, libros o artículos  con el fin de ayudar a otras personas. Por suerte, este aluvión de muertos y enfermos no ha entrado en mis cercanías, no obstante eso no me impide solidarizarme con quienes acusan tan terrible ataque.  El dolor es un territorio que conozco, siento, pero del que en ocasiones no sé qué decir.

–¿Es la poesía un refugio, una necesidad vital...?
–En mi caso sí. Raro es el día que no escribo unas líneas, borro o añado o retorno a poemas anteriores y los reescribo o leo. Desde hace años me siento citada con la poesía y acudo puntual a ella. De lo contrario escucho su queja. Ah, te revelo, escribo a mano dos borradores o más, luego lo paso al ordenador las veces necesarias. No me llevo demasiado bien  con las nuevas tecnologías, pero ahí estoy peleándome con ellas y saliendo más o menos airosa.

–¿Carmen López, Carmen Busmayor?
–Carmen Busmayor es el nombre literario correspondiente a María del Carmen López López. Sin embargo, desde 1987, salvo en el la oficilía, firmo con el literario, por obra y gracia de Antonio Pereira, quien en la Fiesta de la Poesía de Villafranca celebrada en 1986, el sábado, cenando en el añoso Hotel Comercio aquella comida casera tan rica me propuso cambiarlo por Carmen Busmayor,  el pueblo donde nací, pues me crié en Fabero del Bierzo, alegando, mejor profetizando, que en adelante yo seguiría  escribiendo y era mucho más bonito, eufónico que Mary Carmen López con el que había firmado mi primer libro. Le hice caso y en 1987 comencé a usar Carmen Busmayor , cambio que contrarió un pizco a mi padre, pues lo percibía como un cierto distanciamiento de su apellido. Mi madre, siempre tan gozosa con mi escritura, por el contrario, lo acogió de buena gana. En aquel momento mi relación con Pereira ya era bastante buena pues ya había comenzado el estudio de su obra, concluido con la tesis doctoral  resumida en el libro Países Poéticos de Antonio Pereira.

– ¿Hay antecedentes literarios en la familia López López?
–No. Ninguno. No obstante me asiste  la esperanza de que algún día un descendiente  mío proseguirá esta labor solitaria que yo he compaginado con la enseñanza. Ah, y barrunto que si no me falla el caletre o  los dioses no lo impiden irremisiblemente moriré con un bic en la mano.
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