Cáritas alerta de un incremento de las personas sin hogar en León

Desconectados. De los servicios públicos, de las relaciones sociales y familiares, de su salud, de sus propios recursos y posibilidades y hasta de su misma dignidad. Las personas sin hogar viven sin conexión a todos esos aspectos pero están, sin embargo, estrechamente vinculados a la soledad, a las miradas de rechazo y negación, a la atención social itinerante o a la dependencia. Eso han querido visibilizar este jueves desde Cáritas León en un acto que ha contado con la presencia de alumnos de los colegios Virgen Blanca y Carmelitas de la capital. 

Con una marcha en la que han tratado de meterse en la piel de las personas sin hogar desprendiéndose de sus teléfonos móviles y conociendo los principales recursos con los que cuentan en la ciudad (Calor y Café, el albergue municipal o el comedor social de la Asociación Leonesa de Caridad), han tratado de mostrar la invisibilidad de este colectivo. El acto ha culminado en la plaza de Puerta Obispo, donde ha tenido lugar la lectura de un manifiesto en el que han pedido a las administraciones que "conecten con las realidades de todas las personas y con la vida de las que están en situación sin hogar". 

En lo que va de año, Cáritas León ha atendido a 268 personas sin hogar, entre la capital y los recursos con los que cuentan en La Robla y Cistierna. Supone un ascenso de 40 personas más respecto al mismo periodo del año pasado, que la directora de la organización diocesana, Beatriz Gallego, atribuye a "las consecuencias agravadas por la guerra y la situación de inflación que estamos viviendo". A nivel general, los usuarios se están incrementando, debido a que "siempre que las crisis traen inflación, las personas que están al borde caen y recurren a nosotros o a otras instituciones", aseguró Gallego.

La directora de Cáritas León recordó también que el 85 por ciento de las personas sin hogar atendidas son hombres y más de la mitad tienen nacionalidad española. "La situación es muy grave y aunque no sea muy visible debemos atajarlo de alguna manera", apostó. En este sentido, demandó a las administraciones públicas "que hagan lo posible para construir vivienda de carácter social pero de emergencia". Las necesidades del colectivo son "muy grandes y muy profundas", aseguró recordando que las personas que están en la calle "son muy propensos a sufrir enfermedades mentales" y viven rodeados de "situaciones de peligrosidad a lo largo de todo el día y, sobre todo, de toda la noche" por multitud de factores. 

Desde Cáritas, tratan de revertir su situación a través de programas de formación y cuentan con tres pisos de acogida, uno de ellos para mujeres y dos para hombres, "donde buscamos la posibilidad de que salgan de esa situación".

Mientras, la organización realiza un trabajo de concienciación que pasa por recordar que las personas sin hogar "son personas con nombre y apellidos" que no están "conectadas con la sociedad" y a las que "les falta todo". "Mientras haya sinhogarismo la sociedad no funciona bien, el mundo no funciona bien", apoyó Beatriz Gallego.