Caramelos de miel y limón para promocionar el pueblo de la trucha

San Facundo ha agotado la primera partida de los dulces personalizados que encarga en Albacete, pero no descarta llegar a 'cocinarlos' en el pueblo

Mar Iglesias
08/09/2019
 Actualizado a 19/09/2019
Los caramelos llevan el logotipo de la trucha y están envueltos con el nombre del pueblo.
Los caramelos llevan el logotipo de la trucha y están envueltos con el nombre del pueblo.
«Es cuestión de tener nuevas ideas y ponerlas en marcha» , así explica el pedáneo de San Facundo, Ricardo Vila, su último proyecto promocional, la venta de caramelos de miel y limón con el logotipo de la trucha y el nombre del pueblo. Los dulces vienen de Albacete y la primera partida de 480 bolsas se ha vendido casi sin pensarlo «ya hemos encargado la segunda y esperamos que nos llegue en estos días, porque se piden mucho».

Cada bolsa lleva 100 gramos de caramelos y se vende a 1,50 euros, un precio por debajo del de coste, pero explica Vila que la intención final es la promoción, no el obtener rendimiento económico.

Un total de 48 kilos de caramelos ya están en diversas bocas que han pasado por el bar de San Facundo porque solo allí se pueden adquirir. También han realizado llaveros del pueblo, 600 en total, en una partida única. Vila no descarta en un futuro que los caramelos puedan incluso fabricarse en el pueblo, que ha sabido sacar provecho de su cara turística.

De hecho, asegura Vila que este año «no bajaremos de las 18.000 visitas, algo espectacular para un pueblo de 18 habitantes». La clave es «ser diferentes» y mimar el pueblo «los que vienen buscan nuestro entorno y un espacio muy cuidado, con una playa limpia. En el pueblo todos los cables van soterrados, el agua la tratamos sin cloro, con rayos ultravioletas, tenemos lavado de coches para que no se haga por las calles y la clave es que también hacemos mucha publicidad», dice Vila.

Cada año él se va a la Feria de Turismo, Fitur y allí hace saber lo que San Facundo ofrece. Eso ha conquistado a multitud de turistas, sobre todo andaluces, los que más llegan, pero también hace que el turismo se empiece a ver como una salida y ya hay en cartera la intención de abrir un pequeño hotel rural allí. «Somos un ejemplo de turismo rural», mantiene Vila que asegura que otro de los alicientes es la Fiesta de la Trucha para la que, aunque falta casi un año, ya hay 480 apuntados. Así se consigue dar trabajo temporal a siete personas con un turismo del que espera que el Bierzo aprenda, sobre todo a gestionar su turismo, algo que considera que es la principal carencia de una comarca «que debe venderse como un paquete solo».

Vila espera que sea así en un futuro, sobre todo porque el sector turístico será uno de los pocos que queden a explotar en la comarca «y San Facundo solo no va a ninguna parte, necesita de la comarca, por eso hay que dejarse de colores políticos e ir todos a una». Mientras, sigue sacando adelante nuevos proyectos y sobre todo intentando que la lucha contra los fuegos sea efectiva.

Esa es su principal preocupación sobre todo en estas fechas, pero asegura que se están realizando franjas de seguridad para preservar un espacio que avanza con fuerza como pueblo a visitar dentro de una comarca «que tiene mucho tirón allá donde va».
Lo más leído