Capital y alfoz fagocitan el medio rural

El Partido Judicial de León es el único de la provincia que aumenta población tanto en los últimos 50 como 100 años. El éxodo de los pueblos duplicó el padrón de la ciudad

Víctor S. Vélez
15/11/2021
 Actualizado a 15/11/2021
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El Partido Judicial de León revierte la tendencia del resto de la provincia, la cual se ha podido atestiguar en semanas anteriores en 'Radiografía de la despoblación', y consigue ser la única demarcación que crece población tanto en los últimos 50 como 100 años. Eso sí, el ritmo de crecimiento no ha sido uniforme a lo largo del siglo. El éxodo rural iniciado a partir de los años cincuenta duplicó en pocas décadas el padrón de la capital, que de forma moderada a comenzado a perder población desde los noventa.

Ningún otro partido judicial evidencia tanto la incontestable brecha y las tendencias diametralmente opuestas que han seguido el medio rural y el urbano. La ciudad de León y su alfoz han asumido población tanto de los pueblos del entorno como del resto de comarcas de la provincia.

Las posibilidades laborales de la ciudad, principalmente en un sector servicios en pleno desarrollo, llevaron a decenas de miles de leoneses a cambiar su forma de vida y a hacer las maletas del pueblo, manteniendo con estas raíces un mayor o menor vínculo. España experimentó cambios sociales que favorecieron estos procesos dentro de un país que se recuperaba lentamente del trauma de la Guerra Civil y que estaba aprendiendo a convivir con una dictadura. León es una provincia ejemplarizante en lo que a éxodo rural se refiere y en su capital el ensanche, en el entorno de Santo Domingo, Guzmán y Ordoño II, favoreció la creación de nueva vivienda para atraer a la población que dejaba atrás el campo. En poco tiempo, se duplicó la población de la ciudad.

De este modo, en la primera mitad del siglo analizado, la capital multiplicó por cinco su población, pasando de 22.260 a 105.243 habitantes. Dentro de estas décadas, un primer impulso llevó al padrón de la ciudad a rozar los 60.000 habitantes a comienzos de los años cincuenta. No obstante, el gran salto se produjo a lo largo de la década de los sesenta, en la que León pasó de unos 72.000 vecinos a superar los 105.000.

En los setenta, la ciudad de León siguió creciendo de forma imparable hasta alcanzar los 127.000 habitantes en los primeros compases de los ochenta, una década en el que el crecimiento fue más discreto. A partir de los años noventa, que la capital arrancó con en torno a 144.000 vecinos, se dio paso a un proceso de descenso demográfico que se mantiene hasta la actualidad y en el cual ya se han perdido unos 20.000 habitantes. La despoblación de la provincia dejó así de ser un problema que afecta de forma exclusiva al medio rural.

El área metropolitana


En el siglo analizado en la serie de reportajes que termina con esta entrega, San Andrés del Rabanedo es el municipio que ha crecido más que ningún otro de la provincia. El tercer ayuntamiento por número de habitantes de la provincia multiplicó por diez su población. De 2.351 a 13.163 en los primeros 50 años y de estos a más de 30.000 vecinos en la segunda mitad, en un crecimiento imparable que solo se ha visto frenado en la última década.

Si San Andrés es el municipio que más crece en términos relativos en 100 años, Villaquilambre es el que hace lo propio en el último medio siglo, al multiplicar por cinco su población. Sin embargo, frente al crecimiento progresivo de San Andrés, en el ayuntamiento zardino se mantuvo un equilibrio demográfico hasta la década de los noventa. A partir de ahí, comenzó un proceso que se aceleró en el siglo XXI, duplicando el censo de Villaquilambre en la primera década.Un fenómeno similar se ha experimentado en Sariegos. Actualmente el municipio con mayor renta por habitante de la provincia y el único, junto con Almanza, que encadena tres años consecutivos ganando población, el espectacular incremento demográfico también llegó con el cambio de siglo.Desde el último cuarto del siglo XIX y durante todo el XX, Sariegos osciló entre los 1.000 y los 1.700 habitantes. La extensión del área metropolitana de la capital favoreció un proceso de crecimiento demográfico muy parecido al de Villaquilambre y en la actualidad supera ya los 5.000 vecinos.Valverde de la Virgen también creció de manera importante a partir del año 2000. El grueso de sus casi 7.400 habitantes lo aporta la localidad de La Virgen del Camino, de forma similar a lo que ocurre en San Andrés con Trobajo del Camino, en Sariegos con Carbajal de la Legua y en Villaquilambre con Navatejera y Villaobispo de las Regueras.Dos realidadesEntre los municipios del área metropolitana de León que han seguido una tendencia al alza en sus padrones también se encuentran Onzonilla y Santovenia de la Valdoncina, que se han favorecido de su proximidad a la capital. En 30 años, el alfoz ha llegado casi a duplicar su censo. Salvo estos ayuntamientos y alguna que otra contada excepción, lo que evidencia el Partido Judicial de León son dos realidades muy diferentes en lo que a evolución demográfica se refiere. Por un lado, la de la capital y su alfoz. Por otro, la de todos esos pueblos que, pese a estar relativamente cercanos a la ciudad, comparten problemas con el medio rural de las comarcas. En la balanza, los primeros han pesado más y la demarcación ha ganado cerca de 100.000 habitantes en un siglo. No obstante, en los últimos 50 años el crecimiento ha sido más moderado, con un saldo positivo de 16.860 vecinos.Aunque la caída en todo el entorno rural del Partido Judicial de León es generalizada, destaca principalmente en la zona de Los Oteros. Corbillos, Cubillas, Castilfalé, Gusendos, Pajares, Valdemora y Villabraz se anotan caídas en el padrón del último medio siglo superiores al 70 por ciento. En el mismo porcentaje también descendieron los censos de Cubillas de Rueda e Izagre.Otros municipios con más población como es el caso de Boñar, Matallana de Torío, Gradefes, Vegas del Condado o Villasabariego tampoco escapan al drama de la despoblación. Un fenómeno que encuentra sus ejemplos más exagerados también en Campazas, Cármenes, Sena de Luna, Matanza, Las Omañas, Los Barrios de Luna y Fuentes Carbajal, todos ellos con caídas superiores al 80 por ciento con respecto al censo de hace 100 años.Coyanza y otras excepcionesY es que los ayuntamientos 'en verde' son casi anecdóticos. Entre ellos destaca el ejemplo de Valencia de Don Juan que, como cabecera de comarca en el sur de León, vivió una primera fase de crecimiento hasta los años cincuenta y una segunda ya en el siglo XXI. Actualmente, el municipio coyantino supera los 5.000 habitantes y es uno de los pocos que capean el temporal gracias al turismo estival y a la industria vinculada a la cerámica y a la madera.El desarrollo industrial también ha permitido que Villadangos del Páramo salga adelante. Mansilla de las Mulas y La Robla, aunque este municipio solo hasta 1970, completan estas pocas excepciones en un partido judicial teñido mayoritariamente de 'rojo'.
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