Caperucita y el Covid

Sofía es tan ángel como parece en la fotografía y como solo puede ser una niña de ocho años, los que tiene ella, alumna de Primaria en el Colegio de la Granja.

- ¿Y qué es lo que más te gusta?
- Pintar.

No lo duda ni un segundo, lo tiene tan claro que no hay ninguna posibilidad de que dude al elegir.

- ¿Y ahora que estabas haciendo?
- Viendo la tele un rato.
- ¿Y qué es lo que más te gusta de la tele?
- Nada.

Tampoco dudó ni un segundo.

Por eso buena parte de las numerosas horas que ha tenido libres en este confinamiento que ella entiende al modo infantil, o no tanto, —«un virus del que hay que cuidarse»— las ha dedicado a dibujar, muchas horas. «Está dibujando todo el día», reconoce su madre, Rosa.

Y a una niña cuya pasión es el dibujo resulta inevitable pensar que también le gustan los cuentos. «Sí, mucho». Y de uno de ellos nació uno de los cómics que en su encierro le dedicó al coronavirus y que bien se podría titular ‘Caperucita y el Covid’, pues se trata de una adaptación del gran clásico deCharles Perrault, Caperucita roja, en el que Sofía el papel del lobo se lo asigna al Covid 19, claramente el malo de la historia.

-¿Cómo se te ocurrió la versión del cuento?
- Pues no lo sé, se me ocurrió, estaba pintando y pensando en el cuento de Caperucita me fue saliendo.
- Y los buenos son los médicos.
- Claro, ellos son los que derrotan al virus, como en mi cuento.

Un cuento en el que la derrota del temido virus la representa Sofía con la desmembración del Covid, saliendo la corona por un lado y el virus por otro al grito de «¡Socorro. Un médico!».

Además del dibujo, o como una rama del mismo, le gusta a Sofía Gutiérrez Ludeña la ilustración de temas científicos, y pese a su corta edad ya participó hace unos meses en la exposición ‘La mujer y la ciencia’ con un dibujo sobre Marie Curie.

- ¿Te gusta la ciencia?
- Sí, y sobre todo Marie Curie y todas las cosas que hizo, por eso la dibujé para la exposición.

Los mundos de Sofía, una niña realmente especial de la que seguramente tendré que volver a escribir.

- ¿A qué sí?
- No sé. Como quieras.