Canto a la niñez y la nostalgia

El berciano David Castañeiras bucea en los recuerdos de su infancia en la pequeña localidad de Sorribas en el libro ‘Un jilguero en Nueva York’

D. Álvarez (Ical)
31/12/2022
 Actualizado a 31/12/2022
David Castañeiras posando con su libro. | ICAL
David Castañeiras posando con su libro. | ICAL
Decía el escritor colombiano Gabriel García Márquez que “la vida no es la que uno vivió, sino la que recuerda y cómo la recuerda para contarla”. Inspirado por ese pensamiento, el berciano David Castañeiras bucea en sus recuerdos para rescatar la historia de su niñez en Sorribas, una pequeña localidad de apenas una veintena de vecinos “que nunca tuvo bar, cafetería, tienda, hotel, centro médico o, mismamente, una iglesia”. A partir del relato de “vivencias y hazañas reales y cotidianas”, ‘Un jilguero en Nueva York’ presenta la contraposición entre el mundo de una gran ciudad, “donde la gente ni se mira a los ojos”, y el de este pequeño pueblo del Bierzo, habitado por personajes como los ‘Rolos’, los ‘Piruchos’ o el señor Serafín, el practicante.

Surgido, como tantas otras cosas, durante la época del confinamiento, el libro pretende ser un homenaje a esos vecinos que protagonizan sus recuerdos y que “nunca han tenido ningún reconocimiento”. “Eran una gente muy seca, muy dura, hechos a sí mismos”, recuerda David, que admira desde la distancia que otorga el tiempo esas “vidas dedicadas íntegramente al trabajo, con jornadas maratonianas que empezaban al alba y terminaban con la puesta de sol”. “No había espacio para disfrutar porque el objetivo principal era poner comida en el plato”, recuerda.

Su relato arranca el 22 de noviembre de 1963, un día que quedará marcado en la historia por el asesinato del entonces presidente de los Estados Unidos de América, John Fitzgerald Kennedy. Sin embargo, en ese pequeño microcosmos que era Sorribas, el acontecimiento principal de esa tarde no fue ése, sino el nacimiento del segundo de los hijos de David y Maruja. Sirviéndose de la particular óptica del niño -“todo era muy grande y la gente era muy mayor”-, el autor fija su mirada en diferentes recuerdos que salpican su niñez, como la figura de la maestra doña Tere, “una auténtica institución” que vivió en una habitación alquilada en su casa durante 17 años como “una más de la familia”.

En poco más de un centenar de páginas, Castañeiras vuelca la parte más “entrañable y cariñosa” de su memoria, de unos tiempos en los que sus sueños tenían que ver con que de la ciudad llegara un nuevo amigo para poder montar un equipo de fútbol. “Siempre llevaré en mi corazón la época en la que nos juntábamos todos en la era a hacer la maja y luego íbamos al río a bañarnos, era un día de fiesta y felicidad”, recuerda el autor, que asegura que “la nostalgia es como la alegría, todos la llevamos dentro”.

De la mano de las fotografías familiares que ilustran el volumen, Castañeiras explica que el proceso de escritura se asemeja a “coger una madeja de hilo y empezar a tirar”. “Un día te acordabas de una cosa y al siguiente te acordabas de algo más, unas cosas se van enlazando con las otras”, detalla. Así, este libro recoge la historia de su vida durante sus primeros años y su paso por el colegio y el instituto de Cacabelos, hasta su partida a Santiago de Compostela, donde cursó estudios como economista.

Esta etapa de su vida formará parte de un segundo libro, del cual el autor ya tiene un borrador en camino, que se titulará ‘Un apeadero en el camino de las estrellas’. En este segundo volumen, Castañeiras repasará sus vivencias como joven en una ciudad que en los años 80 del siglo pasado protagonizó su propia ‘movida’. El título trata de ahondar en el símil entre la vida y el trayecto, usando como escenario la peregrinación que tiene como destino la plaza del Obradoiro.

Porque si de una cosa está convencido el autor es de que “los cambios te llevan al lugar donde quieres ir”. Por eso y tras 30 años al frente de la academia Marengo de Ponferrada, Castañeiras hará las maletas con la entrada del nuevo año para establecerse en la ciudad colombiana de Barranquilla, donde comenzará a impartir la asignatura de Sostenibilidad empresarial en la Universidad Autónoma del Caribe. “Siempre he tenido la inquietud profesional de dar clase en la universidad, pero en España debería invertir tres o cuatro años en sacarme un doctorado”, explica.

Con este nuevo paso que le permitirá dirigir un programa de formación ‘online’ para toda América Latina, el autor espera satisfacer uno de los anhelos de aquel crío que durante mucho tiempo anduvo buscando el Jardín del Edén “entre las fincas de manzanos, cerca de la fuente del Carrizal”. “Existen otras formas de vida distintas, pero sólo se vive una vez y mi intención es vivir, dentro de mis posibilidades, todo lo que pueda”, explica Castañeiras, que proyecta escribir un tercer libro que recoja esta etapa actual de su vida.

A la espera de conocer las luces de Nueva York, ese “jilguero común que en demasiadas ocasiones se sintió desubicado en medio de la bandada” encara sus pasos hacia el cálido clima de la costa atlántica de Colombia, donde espera acumular las vivencias que darán cuerpo a este tercer libro, bajo el título provisional de ‘Caribe colombiano: una historia compartida’.
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