Cantharellus pide que el Consejo berciano lidere una sección de Micología propia

El futuro del sector asegura que necesita ese esfuerzo que debería empezar con la activación del parque micológico que aún no se ha puesto en marcha tres años después

Mar Iglesias
26/10/2020
 Actualizado a 26/10/2020
Unas de las primeras setas recogidas este año por Manuel Bernardo. | CANTHARELLUS
Unas de las primeras setas recogidas este año por Manuel Bernardo. | CANTHARELLUS
La Asociación micológica Cantharellus del Bierzo sigue mirando al sector de la micología como una clave en el futuro de la comarca sin explotar aún y considera que debe ser el Consejo Comarcal el que le de un empujón, tanto con la puesta en marcha del parque micológico en el que se lleva cuatro años trabajando, como abriendo una sección propia de micología desde la que trabajar ayudando a emprendedores formando a los recolectores y a los operadores alimentarios como almacenes, restaurantes o aficionados o avanzando en el desarrollo del sector.

El presidente de Cantharellus, Manuel Bernardo ya ha comenzado a recoger algunas setas este año, que se prevé bueno. De hecho asegura que la campaña ha empezado fuerte con macrolepiotas, champiñones, alguna cesarea y algún boleto, pero se paró antes de las lluvias, por ese golpe de frío con nieve.. Pero reconoce que no va del todo mal «aunque se esperaba mejor, porque había llovido mucho en marzo, pero se paró y comenzó un frío que no le viene bien a las setas».

Ahora que está lloviendo y las temperaturas no son frías, asegura que se espera que noviembre y diciembre sean buenos meses de setas en la comarca. Será una campaña equiparable a las anteriores pero no a la de 2017, la peor que recuerda.

El confinamiento hizo que se recuperaran los corros de setas y quedisminuyerala contaminación ambiental también afectó en positivo al mundo fungi «la contaminación ha bajado al no moverse los coches, pararse la industria, porque el transporte y la industria son lo que más contamina y eso al disminuir lo agradece el medio ambiente».

Las setas pueden ser incluso un baremo de nuestra contaminación aunque se usen los líquenes (alga y hongo) en la actualidad como bioindicadores. Una cosecha normal en el Bierzo puede llegar a un millón de kilos o incluso dos millones a lo largo de todo el año «y en años buenos seguro que más», explica Bernardo, aunque no hay estudios serios sobre ello. Por eso considera que la sección de Micología y el parque micológico comarcal servirían para resolver esas dudas que abrirían puertas a la investigación y a la micorrización de árboles con boletus y se podrían dedicar más esfuerzos a un sector ahora dormido «no se ha hecho nada hasta ahora», lamenta.

«Se necesita un apoyo y un empuje institucional y ya vemos cómo está la investigación en este país. Tendríamos que investigar más y hacer el parque micológico sería fundamental», valora. Desde 2016 se está realizando ese proyecto, primero con las alegaciones que Cantharellus hizo al borrador, de la mano del Consejo y el decreto de regulación del recurso micológico silvestre (Decreto 31 /2017 de 5 de octubre de la Consejería de Economía y Hacienda de la Junta de Castilla y León) que regula el parque salió en 2017.

La ordenanza reguladora se aprobó en 2019 y desde entonces «hemos perdido todo contacto con el Consejo», dice Bernardo, pese a ser la única agrupación micológica del Bierzo. En aquel documento, la apuesta de Cantharellus era por conseguir que el parque fuera gestionado por el Consejo Comarcal para no privatizarlo, como era la primera opción de la Junta, algo que Bernardo afea «porque es hacer que se lleven el dinero la sociedad privada y no se quede en los pueblos. Nosotros queremos que revierta en los pueblos de los que se están sacando las setas», para contribuir a mejorarlos.

Ahora espera que el ente comarcal siga adelante con el proyecto, aunque no sabe si cuenta ya con las 10.000 hectáreas necesarias para ponerlo en marcha, porque siguen incorporando zonas pero no se desarrolla “podrían poner en marcha el parque micológico y dejarlo abierto para que se incorporen otras juntas vecinales», valora. La micología sigue siendo un sector por desarrollar en la comarca y la Junta lanzó su apuesta por él con un Bierzo Hub que anunció hace un tiempo, una apuesta sectorial que no llegó a dar frutos. De hecho el proyecto se quedó ahí y tampoco los empresarios han sacado la cabeza para apostar por él «el Bierzo Hub se quedó en una mañana de cinco horas hablando de setas pero no se supo nada más», dice Bernardo aunque reconoce que desde la agrupación se aportaron ideas que podrían haber despuntado.

Algunas de las salidas que ve Bernardo en el mundo de las setas son las sendas micológicas, añadiendo valor a las mismas con rutas que, al tiempo, den a conocer el Bierzo «eso también se podría hacer desde el Consejo Comarcal con algún guía para hacer esas rutas».

La vía de abrir negocio con el procesado de setas y quedarse con el valor añadido, muy alto en el caso de las setas desde el momento en el que se cogen, llegándose a multiplicar por más de 100, su valor inicial no se ha recorrido aún. El rendimiento es tan alto sin realizar inversiones que no se llega a asumir un riesgo que, reconoce Bernardo, hay que asumir mirando al cielo en el caso de las setas «nadie quiere arriesgarse porque el mayor problema de las setas es la climatología».

Pero ese hándicap podría levantarse sustituyendo setas propias por externas en un año malo, aunque considera que es complicado atraer a agricultores e inversores a este sector por el momento «se podrían lanzar porque tiene mucho futuro, pero no se ha conseguido y completaría una economía circular». Por eso considera que el lance inicial y las riendas deben tomarse desde la administración comarcal.
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