Cangas 27 - 27 Ademar: 'Un punto que puede ser de 'oro'

El equipo leonés, pese a tener una última posesión para ganar, sufrió ante un Cangas muy enchufado / El empate, bueno si el Granollers no da la campanada ante el Barça

A. Cardenal
04/05/2019
 Actualizado a 17/09/2019
Rodrigo busca el disparo a puerta ante la oposición de dos jugadores rivales.| JAVIER QUINTANA
Rodrigo busca el disparo a puerta ante la oposición de dos jugadores rivales.| JAVIER QUINTANA
El Abanca Ademar rescató un punto (27-27) de su visita al Cangas Frigoríficos Morrazos en un choque que se envenenó desde el primer minuto. La amenaza del descenso convirtió a la escuadra gallega en un ‘hueso’ imposible de digerir para un equipo leonés que llegó a ‘dimitir’ del choque en el inicio de la segunda parte y que logró rascar un empate en la recta final.

Pero ni la reacción de los últimos minutos, liderada por un Rodrigo que junto a la buena actuación de Pesic y Mario en el primer acto, fue de lo poco rescatable de un ‘gris’ Ademar, salvan un partido en el que se volvió a ver su peor versión.
Solo el punto, que permite a los leoneses depender de sí mismos al menos de forma virtual –Granollers aún tiene que jugar contra el Barça y el ‘goal average’ es favorable a los de Diego Dorado–, permite hacer una lectura positiva de un encuentro que volvió a dejar más sombras que luces. Para jugar en Europa, toca hacer propósito de enmienda.

Al equipo ademarista le costó carburar. Con dos equipos con una concepción del balonmano radicalmente distinta –vertical y dinámico por parte de Ademar; más pausado en el caso del Cangas–, imponer el estilo propio suponía dar un paso de gigante hacia la victoria y los leoneses nunca lo consiguieron.

Consciente de que las últimas semanas no han sido fáciles en León, el Cangas salió mucho más enchufado y con las ideas claras: conseguir un partido de ritmo bajo y con muchos ataques estáticos para frenar a un Ademar que es letal al contragolpe.

La jugada no le salió mal a los gallegos, con variedad de recursos en ataque, muy cómodos en el intercambio de golpes y en mejor sintonía a nivel colectivo. ¿El Ademar? Todo lo contrario, un conjunto de individualidades de calidad indudable, pero incapaces de conectar como equipo.

Consciente de que las últimas semanas no han sido fáciles en León, el Cangas salió mucho más enchufado y con las ideas claras

Solo Pesic se salvó del ‘cortocircuito’. El pivote fue el ‘salvavidas’ de los ademaristas en los primeros treinta minutos y un ‘oasis’ en el desierto de un Ademar que sin el serbio y los destellos de Mario López hubiese naufragado.

El descanso no varió el guion. El inicio de la segunda mitad discurrió por los mismos derroteros, con el Cangas anotando con demasiada facilidad aprovechando un día para olvidar de la portería ademarista y los leoneses agonizando en cada circulación que no terminaba con el balón en manos de Pesic.

Y es que lo que parecía imposible, empeorar una primera mitad impropia de un equipo que quiere jugar en Europa la próxima temporada, se hizo realidad en un inicio de segunda parte nefasto.

Nueve minutos tardó Ademar en marcar su primer gol tras el descanso. Gonzalo derribó el muro que un Javi Díaz sublime parecía haber levantado sobre la portería gallega, un intento desesperado de resucitar un ataque incapaz de generar lanzamientos claros en estático.

Solo los nervios de un equipo local que, pese a un parcial favorable de 3-0, dejó ‘vivo’ a su rival, permitió al Ademar aferrarse al choque.

Las exclusiones de Mosic y Moises aceleraron el partido y a cinco minutos del final, una exclusión de Peiró con empate a 25 en el marcador permitió soñar con un triunfo que instantes antes hubiera parecido una utopía.

Nueve minutos tardó Ademar en marcar su primer gol tras el descanso ante un Javi Díaz que estuvo sublime durante todo el partido

A un minuto y medio del final los leoneses lograron ponerse por delante en el marcador por primera –y única– vez en la segunda parte, pero no supieron rematar la faena.

Y volvió a aparecer Javi Díaz. El guardameta brilló durante todo el choque y con una última posesión para Ademar que hubiera desequilibrado la balanza, añadió un nuevo ‘milagro’ a la colección que mantuvo el empate en el marcador.
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