Canciones tristes de David Loss

Bruno Marcos escribe sobre 'El fin de algo', diez temas musicales de David Loss y La Banda Íntima de Martin Frost, realizados entre León y Nueva York con producción de Kike Cardiaco y Mario Paz, que este jueves se estrenan en todas las plataformas

Bruno Marcos
09/06/2022
 Actualizado a 09/06/2022
El músico y escritor leonés residente desde hace doce años en Nueva York, David Loss, estrena este jueves el álbum ‘El fin de algo’. | LEILA JACUE
El músico y escritor leonés residente desde hace doce años en Nueva York, David Loss, estrena este jueves el álbum ‘El fin de algo’. | LEILA JACUE
Tras un lento y minucioso trabajo de años David Loss y La Banda Íntima de Martin Frost han dado a luz un puñado de canciones compuestas entre León y Nueva York, con el ruido de fondo de las dos ciudades y con la tristeza de las dos ciudades.

En uno de esos temas intimistas David asegura una vez tras otra que todo ha sido nada: lo visto, lo oído, lo leído, lo aprendido, lo vivido, lo pensado…  Lo ilustran una serie de imágenes enigmáticas que acompañan la canción en el vídeo, imágenes viejas, mudas, en blanco y negro, de la vanguardia de la tecnología o la ciencia o el arte… radiaciones, inventos, ondas, cine abstracto, escenas de novedades apolilladas que demuestran que toda ilusión, efectivamente, es nada. No se trata exactamente de nihilismo filosófico sino de cierta melancolía, de nostalgia anticipada, de percepción del paso del tiempo; no es que Dios haya muerto en el mundo contemporáneo y entonces todo carezca de sentido sino que el entusiasmo también muere, que las cosas que nos parecieron importantes son inmateriales y desaparecen; o tal vez sí sea nihilismo porque, después de esa nostalgia, se desvanece lo que no existe para entregarnos a la vida desnuda.

En otra composición en la que rememora el año 1983 afirma «sabes de antemano que todo se va a perder» y, sin embargo, tras la guitarra suenan las voces de unos bebés y añade «piensas en los muertos, tarareas su canción». En el vídeo del tema titulado ‘El fin de algo’ —que ya apareció en la cinta de cassette grabada por Manual de Ultramarinos en 2017— un sol que acaba de salir se vuelve a poner, una ola de mar después de romper en la arena retrocede y una mujer camina hacia atrás…

Las canciones tristes de David Loss son cápsulas de algunas patologías de la subjetividad actual, del solipsismo que conduce a una irremediable soledad, a una identidad de constante desarraigo, a una mirada de desplazado y a una ya imposible automitificación: «mis sueños no son más que una enfermedad», «piensas entretenido que eres alguien especial / que aquí no perteneces y que tienes que escapar / una fuga perpetua / una estúpida tragedia».

No en vano en estas canciones se oye la voz del intérprete como más lejos de la cuenta, como les pasaba a las enormes estrellas melancólicas del jazz Bessie Smith o Billie Holiday, como si el cantante estuviera allá al fondo de la música, en un rincón de su tristeza.

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