Campeón de campeones: 'Súper Adri, y van dos, no es casualidad'

El de Villavente vuelve a hacer la gesta de derrotar a los otros campeones pese a ser el de medios; en femenina ganó Luzma

Fulgencio Fernández
17/10/2022
 Actualizado a 17/10/2022
Los ganadores del Campeón de Campeones en las siete categorías, Priscila, Adri, Luzma, Rebeca, Unai, David y Tomasuco, posan con los trofeos.  :: JESÚS F. SALVADORES
Los ganadores del Campeón de Campeones en las siete categorías, Priscila, Adri, Luzma, Rebeca, Unai, David y Tomasuco, posan con los trofeos. :: JESÚS F. SALVADORES
La escena final de la tarde del corro Campeón de Campeones era de gente haciendo cola para felicitar a un sonriente Supercampeón: Adrián Rodríguez, Adri el de Villavente, que acababa de repetir la gesta del año anterior pese a tener que disputarse el título siendo el vencedor de medios, en desventaja de peso con los de semis y pesados. En la cola, una de las más felices, estaba Luzma Carcedo, que era la supercampeona de la categoría femenina, aunque en su caso no tuvo desventaja de peso pues estaba igualada con la campeona de pesados, Rebeca, que en realidad también es luchadora de medios. Lo que no resta méritos a la racial luchadora del Condado, que se lo tuvo que currar y mucho pues La invicta Priscila le plantó cara en el inicio de la disputa del super titulo.

Muy cerca, con la cabeza agachada, y rodeado de su hermano Davidy de su joven hermana y mejor fan, Sofía, estaba Tomasuco, el derrotado en la final. Lo sentía, y mucho el de La Vecilla, no por perder, que siempre lo acepta sin torcer el gesto sino porque para él era importante este título y este año, se lo quería enviar al abuelo Uco, que se fue hace pocos meses y que quienes le conocen saben lo mucho que significaba para él. Había ido con tantas ganas que no quiso hacer caso a quienes le recomendaban descanso pues llegaba mancado, en las costillas. Cierto que también tenía fe, y mucha en sus posibilidades y en las ganas que iba a poner.

Empezó Adri por detrás ante Tomasuco, como en otros combates, pero remontó con solvencia Lo apuntado, como en el caso de Luzma, no resta ni un ápice a lo hecho por el supercampeón Adri que, por cierto, empezó perdiendo con una caída en contra, como en otros combates anteriores, pero lo levantó con la misma fe, la misma potencia, la misma calidad y la misma confianza que ha mostrado en tantas ocasiones a lo largo de la temporada.

Y, para qué olvidarlo, se resarcía a su vez del mal sabor de boca que le había dejado la derrota en el Campeonato Provincial ante su maestro Clemente y con una cierta polémica.

Nada puede empañar el año y la temporada de Adri, que ha dado un salto espectacular, que impresiona verlo, a secas, y aún más verlo luchar. Algunas de las cadriladas que ha dado a lo largo del año, sobre todo, deberían ser recogidas para hacer los póster de la lucha leonesa.
Los suyos le rodearon. Se iban todos juntos para la Sobarriba, tierra de lucha en la que esta noche serán muchas las casas en las que se hable de su gesta.

Y se sueñe con que se haga realidad eso que estaban esperando, haber encontrado quien siga la estela de los grandes de esta tierra.

La gesta siembra esperanza.

Unai y Rebeca se vuelven a colar entre los campeones


Antes del título de supercampeón debieron disputarse los de campeón de cada una de las categorías, con pocas sorpresas aunque con varios amagos. Empezaron las chicas y en ligeros no podía haber ninguna sorpresa pues Priscila estaba sola, «luchaba contra sí misma», por lo que sus combates ya fueron para el súper y le plantó cara a Luzma, de hecho le dio una caída.

En medios y pesados estaba la única que hacía doblete, Edi, que además era la supercampeona vigente. No tuvo suerte y perdió las dos finales, en medios con Luzma Carcedo y en pesados con la jovencísima Rebeca, que volvía a ser la mujer más feliz del mundo.

Ya van dos años que ‘desde medios’ el de Villavente se lleva el preciado trofeo el supercampeón del año  en categoría masculina normalidad hasta pesados. Ganaron los tres campeones: David Riaño, Adri Rodríguez y Tomasuco, pero en pesados, la categoría con más luchadores ocurrió lo que vienesiendo habitual a lo largo de la temporada, que hubo mucha cera.

En resumen se puede decir que Unai confirmó su excelente momento de forma y se llevó el título, pero pagó caro el esfuerzo pues debió derrotar a Caberín («el que menos quería») primero y en la final a Pedro Alvarado. De nuevo volvió a dar una exhibición de raza pero el propiuo Tomasuco le confesó, después de luchar por el «super» que ya había victo que «no tenías ni fuerza para apretar el cinto».

Pero ya había cumplido.
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