Campaña y procesiones

De una forma u otra todos los partidos políticos están anunciando que no van a programar actos de campaña electoral en los días más señalados de la Semana Santa. Necesidad obliga. No es que se trate de un respeto a las tradiciones, a los sentimientos religiosos, o al merecido descanso de los votantes en unos días no laborables, se trata de no hacer el ridículo, de no programar actos a los que no iría ni el empleado de la empresa que coloca la megafonía. No me imagino yo, el Jueves Santo o Viernes Santo, a los leoneses abandonando las procesiones o el chateo por los bares para sentarse en las butacas de cualquiera de nuestros centros cívicos a escuchar el mitin de campaña del político de turno. Los políticos tampoco se lo imaginan, y es por eso que han decidido acortar la campaña y decir lo mismo en menos días. Pero es más, las campañas electorales han dejado de tener sentido si los mensajes no se reproducen en los medios de comunicación, si no se da cancha al candidato en los programa de radio, de televisión, o en las páginas del periódico, y aquí está de nuevo el kit de la cuestión. Los días más señalados de la Semana Santa por lo general no hay programación local en las emisoras de radio, trabajan con ‘plantilla de guardia’ en las televisiones locales, y los periódicos se cierran con contenidos elaborados con anterioridad, con los especiales de las procesiones, y algún suceso si por desgracia ocurre. No hay espacio para el debate político, así que la campaña no la interrumpen los partidos que concurren a las elecciones, la interrumpen los ciudadanos que no les siguen y la interrumpen los medios de comunicación que les dan de lado. Así las cosas, se agradece un respiro en una campaña electoral que ya empezó ni se sabe cuándo, que no va a revelar nada que no se sepa, que quizás influya poco en la orientación del voto, y que va a costar mucho dinero público que sale del bolsillo de todos los contribuyentes. Es probable que algún candidato hasta se vaya esos días de vacaciones fuera de la provincia, lo que viene a ser desconectar de verdad.