Caminando entre ermitas

La ruta de las ermitas es un recorrido sencillo y bien señalizado que no tiene pérdida, aunque si se desea se puede ampliar, aunque la propuesta es ya bastante completa

Vicente García
04/05/2018
 Actualizado a 19/09/2019
Ermita de la Encarnación. | VICENTE GARCÍA
Ermita de la Encarnación. | VICENTE GARCÍA
La ruta de las Ermitas es un recorrido sencillo y bien señalizado que no tiene pérdida, aunque si se desea se puede ampliar, aunque la presente propuesta es ya bastante completa. El recorrido comienza en Grandoso y se podría iniciar y finalizar en Colle, Llama o Felechas, también podría realizarse en sentido inverso, pues se trata de una ruta abierta a múltiples posibilidades.

Esta ruta está tan bien señalizada gracias a la colaboración del Ayuntamiento de Boñar y a la Federación de Montaña que es quien homologa los senderos.
Comienza la ruta en la localidad de Grandoso, dividida por la carretera de Boñar a Sabero, en dos barrios. Conviene estacionarse en el barrio de arriba, donde hay varias fuentes que resultarán apropiadas para hacer el camino.

La ruta asciende calle arriba hacia la primera ermita: la de la Encarnación, que se encuentra a la salida del pueblo y lo domina desde la altura. Cuando el cemento de las calles finaliza, da paso a una pista que se deja tomando un camino que sube a la ermita, desde donde se puede contemplar toda la vega y el encinar por el que sigue el camino. Una vez que se ha visto la ermita y sus paisajes, se continúa por la pista en dirección este, contemplando al lado del camino un panel explicativo sobre el encinar o encinal de Grandoso. Más tarde, tras vadear el arroyo de Cabanillas, se ven varias flechas informando de las direcciones y distancias a las localidades del recorrido. La propuesta es continuar en línea recta ascendiendo por el camino que va a Colle.

Tras un tramo a través del bosque se llega a un alto desde donde se ven las localidades de Colle, Llama y Felechas. Solamente es preciso descender entre praderías hasta la ermita de San Vicente, que se asciende por una pista encementada y desde donde la vista también es excelente, tanto a la montaña, como a las localidades del velle de Colle, contemplando el camino que se va a seguir. Finalizada la visita se desciende por un camino antiguo entre lajas de piedra y zonas de pradera hasta llegar al asfalto y más tarde a la ermita de San Ramón Nonato, desde donde se continúa para salir de Colle en dirección a la carretera de Vozmendiano. Esta se sigue durante unos metros hasta llegar al camino de tierra que sale en dirección a Felechas y que tras una revuelta paralela a la carretera pero en dirección contraria, enfoca hacia Felechas y recorre en línea recta una distancia considerable. Al final se llega a la caseta de espera del autobús y se sigue la carretera hacia la izquierda entrando a la localidad de Felechas, que tiene una serie de hórreos singulares, uno asturiano y otros dos leoneses. Se puede hacer una parada en el bar si se desea tomar algo y refrescarse, pues sus gentes son muy amables y acogedoras.Continúa la ruta camino arriba, dejando a la izquierda la iglesia y pasando más tarde junto a los dos cementerios: el viejo y el nuevo, para seguir por la ladera contemplando el paisaje del valle de Colle. Se desciende después hacia la carretera, por donde se sigue casi un kilómetro. La carretera dispone de una senda en su lado izquierdo aunque en algún tramo se encuentra invadida por las escobas. Sin embargo, la carretera casi no tiene tráfico.Se cruza el puente sobre el río de Colle y el arroyo Rocaviello, subiendo una pequeña cuesta para tomar un camino estrecho a la izquierda que sube, pasando por dos collados, para más tarde bordear un amplio valle hacia un tercer collado desde donde se desciende con vistas a Colle y la ermita de San Vicente a la izquierda. Posteriormente el camino gira a la derecha para subir hacia el encinar, alcanzando un alto desde donde se desciende por unas praderas que pueden estar encharcadas en época de deshielo y que finalizan cruzando el arroyo de Cabanillas, donde ya se toma un buen camino que desciende paralelo al arroyo hasta el cruce con señalización por el que se pasó a la ida. Se vadea el arroyo y se sigue hacia la derecha, encontrando la ermita de la Encarnación y tras una bajada, la localidad de Grandoso donde finaliza la ruta.
Lo más leído