Caminando bajo el Teleno

Una ruta circular con muchos vestigios romanos que perviven en forma de canales, lagunas, montañas descarnadas y montones de cantos rodados debido a la acción del hombre buscando el oro de estas tierras

Vicente García
07/05/2021
 Actualizado a 19/05/2022
Subiendo con el Teleno al fondo. | VICENTE GARCÍA
Subiendo con el Teleno al fondo. | VICENTE GARCÍA
Caminar a la sombra del Teleno es una experiencia que provoca esa sensación de estar bajo la protección de ese gigante. Su silueta se destaca hacia el horizonte y en el terreno por el que se pasa se pueden ver las huellas de antiguos moradores, de conquistadores en busca del oro y otros metales, de lugares con vestigios de épocas muy antiguas y por el que el tiempo pasa dejando en la atmósfera impregnado el olor de contiendas muy pasadas en la conquista de una tierra que en un principio parecía inaccesible.

Al Teleno se ha subido en rutas anteriores desde su otra vertiente, más cómoda y llevadera, aunque está pendiente la subida por esta parte de su orografía, sí se ha caminado por los caminos de sus faldas, ya que rutas hay muchas. La ruta que se propone es un recorrido entre dos localidades, la de Filiel y la de Molinaferrera. El recorrido no es el más rápido, pues existe un camino directo de una a otra, pero éste parece agradable para hacer una vuelta circular conociendo diversos paisajes característicos de la zona, donde los romanos excavaron sus tierras para extraer el oro de ellas.Una vez en la localidad de Molinaferrera se puede ver la señalización de una ruta corta, preparada por el Ayuntamiento de Lucillo, a la laguna de Chana de Somoza, y como venía bien al recorrido, se ha aprovechado para incluirla dentro de esta ruta y la verdad es que es hermosa e interesante, además de muy bien señalizada. El resto, aunque no se encuentre señalizado, es fácil de recorrer y además se propone dar una vuelta por Molinaferrera para conocer este hermoso lugar. La ruta    La ruta comienza en la localidad de Filiel, a la entrada hay un buen aparcamiento y solamente hay que seguir las calles del pueblo en dirección Oeste para bajar hacia el arroyo Totaniel, donde hay un camino paralelo a su cauce. Un campo de fútbol indica el final del pueblo y el camino del Muniello, que así se llama, comienza a ascender ligeramente, para seguir subiendo durante un buen tramo, viendo siempre a la izquierda la mole del Monte Teleno, que en estos momentos todavía tiene nieve. No hay demasiados desvíos, el primero a la izquierda hay que evitarlo y seguir recto, una vez que se deja el arroyo, se comienza a ascender por la ladera y el siguiente desvío en la zona de Bugalleo se sigue por la izquierda, continuando la ascensión ya sin desviarse para nada hasta llegar a la Collada, donde se comienza a bajar por un camino entre escobas y brezos para alcanzar el arroyo del Peral que se vadea y poco después el arroyo de la Collada que sale a un camino tallado en la roca. El descenso continúa por el valle del Cabrito, dejando siempre el río a la izquierda y llegando al puente que cruza dicho río, tras el cual hay una fuente y un área recreativa. Tras un corto recorrido, se llega a la localidad de Molinaferrera, por la que se puede pasear si se desea.Volviendo por la carretera al lado del río hay un puente peatonal que cruza el Cabrito hacia un molino, y está señalizado como recorrido a la laguna de Chana de Somoza, es una posibilidad y acorta el recorrido. También se puede cruzar por el puente al lado del área recreativa y seguir el camino hacia el río, conectando después con el de la laguna. A partir de este momento la señalización es excelente con marcas de franjas rojas y azules sobre fondo blanco. Solamente hay que seguirlas hasta un desvío en el que se encuentran señalizados todos los posibles destinos de la ruta. Para ir a la laguna se debe seguir un sendero que sube entre robles jóvenes por un tajo entre los montes. Al final se llega a una hoya donde se encuentra la laguna, precedida por un cartel alusivo, en el que se explican todas sus características geológicas, biológicas e históricas del lugar.

La laguna es amplia y se nota perfectamente que procede de la explotación aurífera romana, ya que la parte alta de las paredes que la rodean se mantienen con ese color rojo de las Médulas y no han sido invadidas por la vegetación. El entorno es tranquilo y se puede rodear la laguna por una senda que en algunos tramos está algo descuidada, con árboles caídos e invasión de matorral.Tras contemplar la belleza de la laguna conviene volver por el mismo camino hasta la señal de todas las rutas y allí tomar la dirección a Filiel. El camino es sencillo, pero cuesta arriba. En el desvío del monte al realizar la ruta se tomó el camino de la derecha que va más alto y con mejores vistas al valle. Tras pasar otra zona de tierra limpia, posiblemente restos de la minería de oro romana, se llega a una zona de cantos rodados, que también se cuenta que son producto de la actividad minera romana, y un poco después se entra en la localidad de Filiel, donde finaliza la ruta.
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