Calor y ambiente en la Feriona

La popular muestra rompió este año la ‘tradición’ del mal tiempo y contó con un numeroso público tanto en el amplio mercado como en el recinto ganadero

Estefanía Niño
13/10/2017
 Actualizado a 14/09/2019
Un año más, Villablino se convirtió en una de las ferias y mercados más importantes del noroeste del país. | DANIEL MARTÍN
Un año más, Villablino se convirtió en una de las ferias y mercados más importantes del noroeste del país. | DANIEL MARTÍN
Villablino rompió este jueves con una de las ‘tradiciones’ que acompañan año tras año a la Feriona: el mal tiempo. La popular muestra, que se desarrolla cada año coincidiendo con la festividad del Pilar, contó este año con calor y muy buen tiempo, algo que sin duda animó aún más a los lacianiegos y a los visitantes a disfrutar de la jornada festiva. En la Feriona de este jueves no se repetirán las clásicas imágenes del público bien abrigado o llevando paraguas.

La cita incluyó centenares de puestos ambulantes y con la VI edicion de la Muestra de Gallinas de Raza La jornada festiva tiene sus raíces en la actividad ganadera, con la celebración de una gran muestra para vender ganado, y esa esencia se mantiene a pesar del paso del tiempo.

Por ello, el recinto ferial Las Rozas volvió a vivir este jueves una intensa actividad con el constante goteo de público de la mano de la exhibición de ejemplares de ganado vacuno y equino, algún burro, y perros mastines, fieles guardianes del ganado, de la mano de criadores de la comarca. Como es costumbre desde hace varios años, la jornada también contó con una gran representación de aves, y es que coincidiendo con la Feriona se celebró la VI Exposición de Gallinas de Raza que atrajo la atención de niños y mayores con más de 70 razas, una amplia muestra con ejemplares como la brahmán, sedosa japonesa, moñuda holandesa, o la pinta asturiana, entre muchas otras.  

El otro eje de la jornada fue, sin duda, el mercado por las calles en el que se dieron cita centenares de puestos ambulantes con todo tipo de productos. En ellos, y como es tradición en este tiempo aunque el clima no lo sugiera, no faltarán productos esenciales para hacer la matanza, como los ajos, ni salazones o el popular pulpo que puede degustarse ‘a feira’ tanto en el mercado como en los bares de la localidad. También hubo hueco para la artesanía, la guarnicionería, o los aperos de labranza, además de numerosos puestos dedicados al calzado y el textil.

Un año más, Villablino se convirtió en una de las ferias y mercados más importantes del noroeste del país y un claro referente comercial de la montaña occidental leonesa.
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