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Calma chicha o revolución

24/11/2019
 Actualizado a 24/11/2019
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Ocho días después de las elecciones no se mueve una paja en el PP de León. Nadie asoma la cabeza. Todos quietos. Y más ahora. Hay motivos. ¿Calma escénica? No queda otra. Ya habrá tiempo de poner los puntos al lado de las íes. Porque a pesar del ‘éxito’ obtenido –un diputado (o diputada) y dos senadores– las sillas se han empezado a desatornillar. Se mueven. Poco por el momento, cierto es, pero se deslizan sobre el parqué de la gaviota. O eso se barrunta, que para el caso es lo mismo.

Las inquietudes de quienes mandan en el partido que pace junto al río Bernesga se centran en la figura del alcalde de Almanza –mejor dicho, en las legítimas aspiraciones del senador Javier Santiago Vélez– que, sin despeinarse apenas, les ha hecho un butrón en la pared maestra. Un boquete lo suficientemente grande como para que un nuevo y purificador aire refresque la sede del paseo de Salamanca. Y lo saben. No son tontos. Antes o después ocurrirá.

En ‘petit comité’, por lo bajinis, los ‘jichos’ apostaban porque el alcalde almancense se estrellara en las elecciones. Era la mejor manera de ponerle la maleta en su pueblo. Pero no. Los números mandan –en política son un martillo pilón– y Vélez, que acumuló el mejor registro ‘pepero’ del escrutinio final, tiene derecho a hablar. Y a alzar la voz. Le ganó a Silván, que iba por delante en la candidatura al Senado, y eso, por sí mismo, le avala. Patada en las espinillas.

Y lo obligado es que Génova, inflexible, valore, de una vez por todas, la tramoya levantada en León. Se acabó la idiota táctica del avestruz. Aquí, y bien lo saben, no hay paz. La guerra continúa. Y para que nadie se llame a engaño –que ya está bien– parte de la historia tiene su origen en Valladolid, donde se juega a dos barajas con una cara dura pasmosa. Eso de «tranquilo, que lo vamos a arreglar en un pis pas…». ¡Qué tropa!

El ‘amo’ Mañueco sabe del deshilachado que sufre el PP de León. Lo sintió en sus carnes. Fue cuando las famosas primarias que disputaba a Silván –el candidato oficial de ‘Juanvi’ Herrera– en marzo de 2017. Por aquella, tanta fue la desconfianza del que, después, sería nuevo líder autonómico, que envió a la capital leonesa (casi) un pelotón de interventores. Blanco y en botella.

Bien. Silván, muy apadrinado, encontró, al final, acomodo en Madrid. Ya es concejal y senador. El ‘jubileta’ Herrera halló el suyo en el Consejo Consultivo, en Zamora. Premio gordo. Majo, más feliz que una perdiz, en la embajada de la Junta en León… y el secretario provincial, prietas las filas… con elacta de diputado nacional en el bolsillo. De momento. Pues a pesar de todo les jode la presencia de Santiago Vélez y su posible ascenso. Es un asco. Todo les jode.
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