"Calle del aspirante perpetuo a cronista de Calzadilla"

Félix Pacho Reyero es desde este sábado el nombre de una calle de Calzadilla de los Hermanillos, el pueblo natal del recordado periodista, cuya familia acudió al completo –su viuda y sus tres hijos– a agradecer el gesto de recordar para siempre al gran paisano

Fulgencio Fernández
24/04/2022
 Actualizado a 24/04/2022
Vecinos de Calzadilla de los Hermanillos y la familia de Pacho Reyero ante la placa en una pared de adobe. | MAURICIO PEÑA
Vecinos de Calzadilla de los Hermanillos y la familia de Pacho Reyero ante la placa en una pared de adobe. | MAURICIO PEÑA
«Os diré que mi padre tenía acuñada una definición para su persona y su profesión de periodista: Soy aspirante perpetuo a cronista de Calzadilla de los Hermanillos». La anécdota la recordaba este sábado en este pueblo Nacho Pacho, hijo de Félix Pacho Reyero, en el acto oficial de descubrir la placa de la calle que desde ese momento recuerda para siempre a este periodista de ejemplar y dilatada trayectoria, tanto en medios leoneses —fue, entre otras cosas, el primer director de La Crónica de León y colaborador de La Nueva Crónica— como nacionales, desde Informaciones a la Agencia EFE, de la que fue corresponsal en Centroamérica.

Y siempre, en cualquiera de sus numerosos destinos, llevaba en la boca el nombre de su pueblo, Calzadilla de los Hermanillos, algo que recordaba este sábado en el acto Gerásimo Vallejo, el alcalde de El Burgo Ranero, al que pertenece el pueblo de Pacho Reyero. También recordó el regidor que siempre sería un buen día para el homenaje pendiente pero el 23 de abril es «una fecha muy apropiada pues una de las ocupaciones de Félix siempre fue El Quijote».

Al acto, en una mañana desapacible, acudió toda la familia del recordado periodista, su viuda Pilar y sus tres hijos: Juan, Nacho y Pilar.

Uno de ellos, Nacho, el periodista, fue el encargado de tomar la palabra, fundamentalmente para agradecer el gesto del «pueblo de los Pacho» con el aspirante eterno a cronista de Calzadilla, «mi padre», del que no hacía falta incidir en la pasión que sentía por él y por sus gentes, de las que hablaba con frecuencia.

Hay un detalle de la placa descubierta con el nombre de su padre en ella, y es que «está colocada sobre una pared de tapial, de adobe. A mí me gusta mucho que sea así y a mi padre le hubiera gustado, porque es una expresión de cómo es esta tierra, sin adornos ni alharacas».

Un acto tan breve como emotivo, en el que su pueblo ya ‘cumplió’ con su mejor cronista, también perpetuo.
Lo más leído