Caer en las redes

La aparición de Internet ha supuesto una verdadera revolución. Aunque, como las mejores cosas, pueda tener efectos negativos, hemos de reconocer que tiene muchísimas ventajas. Por otra parte es sorprendente la evolución que comenzó con aquellos primeros ordenadores tan elementales y aburridos hasta llegar a que todo el mundo lleve un pequeño y potentísimo ordenador en el bolsillo, que hace de todo. Eso son los teléfonos móviles.

Se dice que, desgraciadamente, por causa de ellos se producen muchos accidentes de tráfico en las carreteras, pero en realidad deberían producirse muchos más en la calle, a base de tropiezos, pues todo el mundo camina pendiente de su aparatito. Y ya es típica la comida, sea familiar o de fiesta, en la que todo el mundo está operando con su celular. Y no digamos en el metro o en el autobús, o en la espera del médico en el ambulatorio... En todo momento estamos con el móvil.

Por una parte se diría que esto impide la comunicación entre las personas que están a tu lado, puesto que cada uno va a lo suyo, pero por otra te permite comunicarte con mucha gente a todas horas y en cualquier parte del mundo. Nada que ver con aquellos tiempos en que para hablar por teléfono había que emplear toda la mañana, yendo al pueblo de al lado. O esperar más de una hora a que llegara el aviso de conferencia, para hablar un minuto. O escribir una carta y esperar varios días o semanas hasta obtener respuesta. Pero no se trata solamente de la evolución de la tecnología, sino que es una verdadera revolución cultural e incluso con grandes mutaciones en la mente de las personas.

Lo que parece evidente es que las personas mayores que nos servimos de las nuevas tecnologías hemos tenido la suerte de estar sin ellas durante muchos años, de tal forma que pudimos hacer y valorar otras cosas, como por ejemplo leer libros o hablar directamente con las personas con más calma y sosiego, sin estar pendientes de lo que ahora parece imprescindible, yendo a lo esencial y no a lo superficial. Muy interesante lo de las redes sociales. Todos unidos por la red, pero ¿acaso no habría que decir que también es una manera de estar atrapados en las redes, como los peces o los pájaros cuando son pescados o cazados? Los más jóvenes tienen ya otra forma de pensar y de ver las cosas. Algo habrá que hacer para que al igual que los grandes avances de la industria no destruyan el planeta tierra, los avances de las nuevas tecnologías no destruyan la mente humana y la sociedad.