Caer de la burra

Unas mujeres musulmanas hablan para unos reportajes. Una dice que lleva burkini «porque soy libre y porque me da la gana» y otra porque «me gusta, es bonito, higiénico y cómodo». Una tercera asegura que usa esta prenda de baño porque le da pudor mostrar su cuerpo en público.  Otra más explica que quiere protegerse del sol y de las miradas indiscretas. Pero reconoce que, al parecer, sólo ha conseguido protegerse de lo primero.

Alguien que ha querido escribir sobre el burkini al menos les ha preguntado a algunas de sus usuarias antes de opinar. Desconozco absolutamente si todas las mujeres que usan burkini lo hacen porque son libres y les gusta, porque es cómodo o porque les da pudor mostrar su cuerpo, pero después de un verano cargado de todo tipo de opiniones profundas sobre la prenda, no está mal saber lo que opinan algunas de sus usuarias.

Ha sido el mismo verano en el que,  ¡vaya!, nos hemos caído de la burra y nos hemos dado cuenta del tratamiento machista en las informaciones sobre mujeres deportistas en algunos periódicos, radios y televisiones. Que son los mismos que llevan haciéndolo desde siempre, pero como ahora son Juegos Olímpicos, se ve más.  E insisto, algunos medios y no todos.  Ahora la tendencia es dar pábulo a las miserias, cutreces y mediocridades en vez de resaltar las cosas bien hechas. Sin embargo, hay profesionales del periodismo deportivo que hacen trabajos estupendos, coberturas impecables, entrevistas y reportajes de lujo. Algunos de ellos los he leído yo en estas mismas páginas.

Pero ¿qué se yo? Quizás haya masas a las que sí le interese e cómo se maquille Lydia Valentín, si a las nadadoras se le encrespa el pelo o cómo va hoy el ranking de ‘buenorras’ de Río. Habrá a quien le preocupe todo eso, porque nos preocupa hasta lo que lleve puesto el vecino en la playa.