Cada día un ‘palabro’: Goretex

Hubo un tiempo en el la moda en el vestir se reducía a zapatillas, botas (por lo general chirucas) y anorak (habitualmente la que llegaba al economato). Era el ejemplo de aquella España pintada de gris, en la que la mayor variante eran los cuadros de las zapatillas, que iba borrando la madreña hasta dejarla en gris. No había mucha más variedad para la mujer, pero dado que hoy andamos por la cosa masculina lo dejamos para otro día.

Cuando tantas veces decimos que nada ha cambiado –incluso que vamos para atrás– realmente no paramos a mirarnos. Podíamos llenar cada día del año, incluso cada hora si hurgamos en la memoria, para ponerle un ‘palabro’ al lado del santoral que nos regala el almanaque del calendario Zaragozano u otros similares, pero hay que reconocer que El Zaragozano encuentra santos hasta debajo de las piedras. Sin ir más lejos, apunta los de hoy agrupados bajo el manto de San Zósimo de Siracusa: Santos Clino, Dominino, Juan Clímaco, Julio Álvarez, Leonardo Murialdo, Osburga, Régulo de Senlis y Segundo, entre otros.

Pues uno de esos palabros que cambió el mundo o, cuando menos, la humedad en los pies fue goretex. Adiós al genérico chiruca, adiós a las hojas de periódico debajo del tabardo... ha llegado el Goretex.

Y tanto cuento para que diga el diccionario que es una membrana microporosa... pero abriga, al menos en verano.