Cacereño 0 - Cultural 1: 'La Cultural se quita las penas a domicilio'

Un serio equipo leonés vence a un conjunto extremeño que no generó ni una ocasión clara de gol / Cristóbal, a pase de un gran Orodea, abrió la lata mediada la segunda mitad

Jesús Coca Aguilera
08/02/2016
 Actualizado a 17/09/2019
Cristóbal, el autor del gol, pelea por un balón con un defensor del Cacereño. | EL PERIÓDICO DE EXTREMADURA
Cristóbal, el autor del gol, pelea por un balón con un defensor del Cacereño. | EL PERIÓDICO DE EXTREMADURA
Minuto 63 de encuentro. Una Cultural muy seria domina al Cacereño, que no se ha acercado con peligro en todo el partido, pero ve cómo el meta Vargas frustra con dos grandes acciones sus dos únicas oportunidades en el tramo final de la primera parte.

Pero entonces Orodea, sensacional en la que era su segunda titularidad de la temporada y la primera junto a Aketxe, araña una pelota muerta dentro del área, escorado hacia la derecha. Amaga con el remate pero, generoso, opta por el pase y le deja un balón perfecto a Cristóbal, que a la altura del punto de penalti golpea con el interior sacándose un disparo raso al ángulo largo que hace inútil la estirada de Vargas.

Es el segundo gol del mediapunta en la temporada. De nuevo al Cacereño. Y de nuevo vale tres puntos. Fue el 1-0 en la ida y es el 0-1 en el Príncipe Felipe, pues el marcador ya no se vuelve a mover. Si durante toda la primera vuelta elReino deLeón fue un fortín en el que los leoneses cimentaron su ascenso a las alturas de la tabla, ahora que ante su público los leoneses se atascan, fuera dan un paso adelante. La Cultural se quita las penas a domicilio y vuelve a sonreír tras enlazar su segundo triunfo seguido lejos de casa.

Tres puntos muy importantes para seguir a sólo uno del cuarto clasificado,el Tudelano, que precisamente el próximo domingo vendrá a León.Una victoria totalmente justa, pues los leoneses recuperaron su versión más seria para no conceder ni una ocasión clara al rival en todo el choque; y de hecho pudieron cerrar un triunfo más cómodo de no haber desaprovechado las tres ocasiones que tuvieron para ampliar la brecha tras abrir la lata.

Dio igual. La gran segunda parte daba sus frutos. Porque, tras el descanso, habían cambiado las tornas con respecto a una primera que reunió toda su actividad en los últimos 10 minutos. Y es que aunque había salido dominando la Cultural, las ocasiones estaban lejos de llegar.

De hecho, alcanzada la media hora el único tiro a puerta había sido un lanzamiento flojo de Aaron desde la frontal a las manos de Calzado. Sin embargo, los estilos estaban ya claros. Los visitantes intentaban jugar el balón pese a lo pésimo del terreno de juego, con más zonas de tierra que de césped, pero con las amarillas forzadas a los dos centrales como único botín; y los locales buscaban sacar las contras en cada robo, con el peligroso Valverde como principal y única amenaza.

Pero, en el tramo final, llegó el peligro. Primero por los locales, que se fueron arriba y empezaron poco a poco a pisar continuamente el área rival. Así tuvieron su llegada más peligrosa del choque, un tiro desde fuera del área de Cuerva que se iba envenenando y acababa yéndose rozando la escuadra; y la jugada de la polémica en un penalti pedido por Koffi por derribo de Santi Santos, cuyos problemas musculares no le impedían salir de inicio pero sí le obligaban a ser retirado por Tejedor en el descanso.

Dos buenas paradas de Vargas a disparos de Cristóbal y Aketxe evitaron el 0-1 en el tramo final de la primera parte Sin embargo, curiosamente en sus peores minutos, llegaron también las primeras ocasiones para una Cultural que se topaba con dos buenas manos de Vargas. La primera, tras un buen chut desde la frontal de Cristóbal que sacaba abajo el meta; la segunda, en un lanzamiento de falta al borde del área de Aketxe, que una vez más pegaba un ‘pelotazo’ tremendo y mandaba la bola a toda velocidad y haciendo extraños pero centrada, lo que permitía a Vargas hacer un ‘paradón’ para mandarla a córner.

Así se llegaba al descanso, del que la Cultural salía volcada, buscando sin complejos el área rival y robando muchos balones en campo contrario, aunque de nuevo sin generar oportunidades. Hasta que, al minuto 18, llegó la buscada ocasión, llegó el esperado error de un rival permanentemente metido en zona peligrosa. Y los leoneses no lo desaprovecharon.

El Cacereño, tocado por las bajas, tuvo que recurrir a dos juveniles como revulsivo con el marcador en contra 0-1 Ante el equipo menos goleador de la categoría, que llegaba tras siete partidos sin ganar y cuyas bajas provocaban que el revulsivo en una situación así fuera sacar en ese tramo final a dos juveniles, los tres puntos ya no se podían escapar.

Y no lo hicieron. Los de Ferrando amarraron atrás y tuvieron hasta tres buenas oportunidades para hacer el 0-2. ¿La más clara? En las botas, cómo no, de un Aketxe muy activo y llevando constantemente peligro. Como tras una jugada a balón parado, en la que se anticipaba a su defensor para rematar pero, con Vargas haciendo la estatua mientras miraba pasar la bola, ésta se estrellaba en el palo y golpeaba en la cara del guardameta yéndose hacia la línea de fondo, donde Gonzalo ponía un centro-chut que Bardal no llegaba a rematar en el segundo palo.

La Cultural pudo sentenciar tras el 0-1, pero Aketxe se topó con el palo y Orodea y Marcos no acertaron dos mano a mano Se esfumaba la sentencia ahí y también en dos cabalgadas, una de Orodea y otra de Marcos, ante un Cacereño roto y sin centro del campo en busca del empate. En la primera al riojano, que acabó fundido por el esfuerzo, le pillaba sin apenas gasolina y cuando pisaba área tenía ya encima un defensa que le hacía disparar desequilibrado y mandarla fuera. En la segunda el fichaje invernal, que salió en la recta final por Cristóbal, veía cómo Toni llegaba in extremis para tapar su disparo.

No hubo tiempo para más. El Cacereño, desesperado ante la situación(es su cuarta derrota seguida en casa y su octavo partido sin ganar), se quedaba con diez tras una tremenda patada sin sentido de Leo Ramírez a Gonzalo, y la Cultural dejaba pasar los minutos y celebraba a lo grande el merecido triunfo con el pitido final.
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