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Cabronicio Vs enlobecimiento

17/05/2020
 Actualizado a 17/05/2020
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Aver, igual no me explico si digo que hay que abrir los bares aunque sigan cerrados. Como si fueran el consultorio médico o el centro de atención sociosanitaria o la casa común de la nada ... hombre si tienen una limonada de la que no vendieron en Semana Santa se agradece, pero la esencia es otra.

La cosa se está encabronando mucho, estamos a punto de llegar a la situación que Enrique Zapico, conversador como nadie e inventor de palabras que deberían pasar al diccionario de la RAE sin más filtros, llamaba de «enlobecimiento». Creó la palabra sobre el tapete de Casa Sidoro —¿veis la necesidad del bar?—, jugando con Loles. Cuando llevando la cuenta de los tantos, allá por la séptima baza, vio que ya había cubierto, posó las tres cartas que le quedaban, contó la historia de cuando la Tía Civila se le rebragó a Dios , las volvió a coger y salió de copas, para enfado de Loles. «¿No tienes oros? Te pones a hablar, si das el oro todas mías».

- ¿Cuántas tenemos?

- 74.

- ¿No ganamos? ¿Qué más quieres? Estáis enlobecidos.

Entonces explicaba a la concurrencia mirona: «Se puede ser malo o avaricioso, pero enlobecen, hacen como el lobo, que es el único animal que mata aunque no lo coma, por matar».

Pues por la mi tele la cosa se está enlobeciendo, hay un cabronicio cruzado que no es nada normal, y eso ‘dimana’ de que no nos desencabronan con profesionalidad por las mañanas.

'M’explico'. Tu entrabas en casa Sidoro frotando la legaña y él te recibía con uno de sus mejores saludos, que la verdad, tenía fondo de armario. «Hombre, asqueroso, ¿ya te desperteste?» o sus tradicionales «insípido, insaboro e insalubre», que te regalaba el día que tocaba insultar con la i.

Tu le contestabas como te pareciera, Angelillo apostaba mucho por «el chivo cuando es castrón, borrego hasta cierto punto, y tú lo eres todo junto, chivo, borrego y castrón».

Oye, y de ahí pasabas ya al periódico con otro ánimo. Pero así a palo seco, poner la tele, y que AR te cuente lo de su libro... enlobeces.
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