"Bustiello, la joya de la corona de los poblados mineros"

El ciclo Poblados mineros que se viene desarrollando en el MSM de Sabero tiene este sábado una nueva cita (a las 12 horas), con dos nuevos poblados: el asturiano de Bustiello, explicado por María Fernanda Fernández; y el palentino de Vallejo de Orbó, cuya explicación correrá a cargo de Fernando Cuevas

Fulgencio Fernández
07/03/2020
 Actualizado a 07/03/2020
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Dos nuevos enclaves protagonizan este sábado por la mañana (a las 12 horas) el repaso que en el Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla en León de Sabero (MSM) sobre poblados mineros. Son el poblado minero asturiano de Bustiello y el palentino de Vallejo de Orbó, el primero explicado por la historiadora del arte María Fernanda Fernández, y el segundo por el director del museo minero de Barruelo y coleccionista de objetos mineros Fernando Cuevas, habitual colaborador del MSM. Dos lugares con un origen común, un desarrollo bien diferente y una realidad actual también distinta.

Bien se podría decir que el poblado minero asturiano de Bustiello, declarado Bien de Interés Cultural, es de alguna manera la joya de la corona de este tipo de enclaves. Señala Fernández que se alegra de que «mi ponencia sobre Bustiello coincida con la de Fernando Cuevas, para poner en evidencia lo que hace excepcional al asturiano pues tienen lo que podríamos llamar un origen común ya que una parte de Vallejo de Orbó es anterior a Bustiello y se debe al mismo promotor». Señala la historiadora que pondrá primero en contexto lo que es la vivienda obrera en el mundo minero y su valor patrimonial para llegar a explicar «qué hace único a Bustiello».

María Fernanda Fernández explica que hay en Bustiello varias circunstancias excepcionales. «Nace como un proyecto teórico, combinando puntos de vista social, urbanístico y arquitectónico y contando con la gran ventaja de haber sido ejecutado con unos medios económicos que no eran los usuales en aquellos tiempos, lo que propició un nivel artístico que no es ni mucho menos común en las construcciones a las que estamos habituados en el mundo industrial y de poblados mineros».

Bustiello está declarado como Bien de Interés Cultural desde el año 2017, que es la máxima figura de protección que contempla el gobierno del Principado. «Es evidente que Bustiello es único», concluye María Fernanda Fernández y lo ilustrará en la ponencia de hoy con otros ejemplos de otras promociones «debidas a particulares, empresas, Estado... para que se vean las diferencias, por lo que lo apoyaré en mucho material gráfico».

Un aspecto importante a la hora de hacer del poblado de Bustiello BIC es el hecho de que «todo lo que fue previsto y todo lo que se ejecutó se conserva en un 90% y el conjunto es el que ha sido declarado BIC, no elementos sueltos o singulares, una casa o una iglesia por algún motivo, sino el conjunto y eso es excepcional. No fue fácil lograrlo pero se hizo realidad no hace mucho, en 2017».

- A veces estas figuras de protección tienen mala fama, se cree que conllevan restricciones.
- Lo sabemos y lo vivimos. Hay controversia basada en la desinformación, creo yo, cuando se dice que afecta al natural desarrollo de la vida en los bienes protegidos. Por ejemplo, hubo que explicar quelos vecinos no están obligados a hacer obras; solamente, en caso de querer hacerlas, habrán de respetar ciertas pautas para preservar la originalidad del conjunto. Creo que es importante señalar que se trata de un pueblo vivo, que no es un fósil».

Los actuales moradores de las casas de Bustiello son gente que las había habitado o sus descendientes. «Hullera Española, que fue la empresa promotora, desapareció en 1968 como tal y se integró en Hunosa, que mantuvo la parte productiva de la compañía hasta hace poco, en 2018 cerró su último pozo, pero no quiso hacerse cargo de la gestión urbanística de un pueblo, del concejo de Mieres. Por ello, escalonadamentee, según vencían los títulos de alquiler, la empresa les hacía una venta a los inquilinos históricos en unas condiciones excelentes, lo que evitó la despoblación de Bustiello».

Señalaba Fernández que lo más llamativo es el elevado valor artístico del conjunto, poco habitual en este tipo de poblados. «Las estructura del pueblo es la misma de otros, de León por ejemplo, con escuela, capilla, economato... pero en Bustiello destaca la calidad de esos elementos, fruto de haber contado con profesionales de primer nivel, profesionales ajenos a Asturias». Para entender esta singularidad hay que recordar que Hullera Española pertenece al grupo empresarial Comillas, controlado por una familia catalana de origen cántabro, que alcanzaron el título de marqueses a finales del Siglo XIX. «En el caso de Bustiello era el segundo Marqués de Comillas, Claudio López Bru, un personaje excepcional, habituado por familia a la promoción de obras de arte y que utilizaron estas obras como publicidad, aquello que se llamó la piedad burguesa, una especie de buenismo con los desvalidos. El hecho de que el poblado palentino no resultara como ellos querían les sirvió de experiencia y aquí estuvo un ingeniero francés excepcional, aquí está la única obra conocida en Asturias de Domenech i Montaner, el padre del modernismo; una escultura de Aniceto Marinas... todo ello en un pueblín de 40 casas es algo que realmente te impresiona».

Y señala la ponente de hoy son las que dejan habitualmente en los libros de visitas del Centro de Interpretación de Bustiello, que se ha convertido en el polo turístico más importante del concejo, «que el año pasado ha superado los 7000 visitantes y las opiniones en redes de todos los que vienen son unánimes en ese sentido, levantando incluso entusiasmo».
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