Burbuliegas, escondido "detrás de la postal"

La cascada y pozo que llaman Burbuliegas es uno de esos lugares poco visitados por encontrarse "escondido" detrás de uno de esos lugares que todo el mundo visita, como la Cascada de Nocedo. El profesor Arsenio Terrón nos conduce hasta "este paraje de nombre sonoro y cantarín donde podrás disfrutar inclus0 del sonido del agua cristalina"

Fulgencio Fernández
14/12/2020
 Actualizado a 14/12/2020
Burbuliegas, un rincón espectacular de nombre sonoro y cantarín, con pozo y cascada, "escondido" en medio de lugares mágicos. | ARSENIO TERRÓN
Burbuliegas, un rincón espectacular de nombre sonoro y cantarín, con pozo y cascada, "escondido" en medio de lugares mágicos. | ARSENIO TERRÓN
Quienes conocen a Arsenio Terrón siempre se dirigen a él como ‘profesor Terrón’ pues, esté donde esté este berciano de Lillo —ahora de director general de la Ciuden— siempre lleva puesto el alma de profesor, siempre añora las aulas y las salidas. Es su pasión y profesión.

Y otra pasión es la naturaleza, disfrutarla y defenderla, caminar por ella pues busca en su agenda y encuentra unas horas para recorrer una ruta. O preparar una media maratón, si puede ser solidaria mejor.

Pocos mejor que él para buscar un rincón en la provincia, un espacio no demasiado conocido pero que bien merecería serlo.

- Ya lo tengo, el Pozo Burbuliegas, por los montes del Curueño.- ¿Tan claro?- Habría muchos, por suerte, pero tiene éste la belleza que encierra, el no ser excesivamente conocido, que está rodeado de lugares con mucho encanto para disfrutar el camino y la sonoridad del nombre, siempre me ha llamado la atención lo de Pozo Burbuliegas; y si lo adornas con el Arroyo Valdecésar y el Bosque de las Hadas... suena casi irresistible.Señala ‘el profesor’ Terrón que con Burbuliegas ocurre algo que se repite con cierta frecuencia en la naturaleza. «No pocas veces, la belleza de un lugar nos cierra los caminos a ir más allá. La cascada de Nocedo del Curueño es uno de los lugares más visitados en la montaña central leonesa. Muchas son las personas que cada día, especialmente en fines de semana, dedica unos minutos a contemplar la columna de agua que rompe en el suelo desde más de 15 metros de altura. La cortina de agua y salpicaduras es espectacular, y muchos aprovechan para hacerse una fotografía que inmortalice el momento intentando guardar en su dispositivo digital lo que solo el cerebro puede retener».Desde luego un instante bello pero... reflexionaTerrón: «Pero pocos son los que se paran a escuchar el sonido que el agua produce en su caída, un sonido que está lleno de vida y que nos cuenta una historia. Él nos invita a saber más, a conocer más, a explorar más allá, a buscar su origen. ¡Son tantas las veces que algo bello solo es el principio de un camino a lo espectacular! Les animo a dar ese paso, por dos caminos diferentes». Y el rincón buscado es el Pozo Burbuliegas. El primer camino «comienza a unos pocos metros de distancia de la cascada de Nocedo y nos lleva, tras una empinada cuesta y una bajada no exenta de cierto riesgo al punto donde el agua que forma la cascada pierde el firme y se aventura al aire en su caída fugaz».El segundo «nos obliga a subir las empinadas cuestas que hay hasta el cercano pueblo de Valdorria y desde él caminar por una preciosa senda excavada en suelo y roca, que transita justo por debajo de los 365 escalones que nos llevarían hasta la ermita de San Froilán. La senda escogida nos hace bajar rápidamente por un viejo robledal al que algunos han dado en llamar El bosque de las Hadas y que nos permite llegar hasta el arroyo de Valdecésar, cuyas aguas son las que finalmente se transformarán un par de kilómetros más abajo en la famosa cascada de Nocedo». Pero no vamos a esta cascada, por ello «una vez llegados al arroyo, en lugar de seguir aguas abajo, existe la posibilidad de aventurarse por unas piedras muy lisas y resbalosas que nos remontan la corriente unos pocos cientos de metros hasta llegar a otra pequeña cascada (cierto, menos espectacular que la primera), pero que termina en un remanso de agua calma encerrada entre paredes de impresionantes conglomerados silíceos que enmarcan un trozo de cielo arriba, muy arriba».Hemos llegado al Pozo Burbuliegas, y quien a él nos conduce, Arsenio Terrón, lo describe: «Este paraje de nombre sonoro y cantarín encierra un paseo cargado de belleza, el sonido del agua cristalina, el silencio de la roca que encierra nuestro camino, rodeado de viejos robles que cargados de líquenes nos describen su historia más reciente. Interpretar su lenguaje, el de los líquenes, sería entrar en un nuevo camino, pero ese camino se merece otra historia para contarlo».

Mereció la pena el paseo. Adentrarse en la cara oculta de esa postal que casi todos tenemos, la de la cascada de Nocedo, pero si quieres completar la jornada Arsenio Terrón te dice cómo: «Si finalmente quieres cerrar el recorrido, es muy sencillo, solo tienes que recorrer aguas abajo por una estrecha senda que recorreparte del Bosque de las Hadas, hasta terminar el recorrido en la parte alta de la Cascada de Nocedo y así entenderás que, a veces, lo que vemos desde abajo no es más que el principio de un camino que te empuja a conocer lo que la gran mayoría ni siquiera intenta. Si te atreves, un lugar con encanto, diferente, especial, el Pozo Burbuliegas, te espera para compartir contigo su belleza y encanto».
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