Bullying

Los datos sobre ‘bullying’ son cada vez más espeluznantes y las últimas noticias sobre el tema aún más. El 52% de los adolescentes sufren cada día acoso escolar en el centro al que acuden, actos de violencia verbal o física que trascienden las aulas y los centros persiguiendo a su víctima en la calle y en su hogar. Ocho de cada diez adolescentes presencian ‘buylling’, acoso y agresiones. Ante tal circunstancia los centros se lavan las manos aludiendo a que no se había percibido ‘bullying’ alguno. Algunas víctimas acaban abandonando los estudios y otras acuden al suicidio ante una situación a la que no ven fin. Nos enfrentamos a un problema cada vez mayor que se agrava con el paso del tiempo, siendo los casos de acoso sufridos con mucha violencia. Los acosadores en la mayoría de los casos tan solo tienen una falta escolar, con lo que son expulsados unos pocos días y regresando al término de los mismos volviendo de esta manera a por su víctima. Sicólogos, psiquiatras y hospitales son lo que deparan a estos adolescentes que se ven acosados, produciendo secuelas que les acompañarán los próximos años de sus vidas. Poca o nada de justicia se realiza ante las descabelladas acciones de estos acosadores que no ven interrumpidas sus vidas, es hora de tomar medidas serias con castigos ejemplares que disuadan estas conductas, incluso pudiendo llegar a un juzgado que tramite ya no solo una orden de alejamiento, más bien la reclusión en un centro se establece como medida efectiva para estos desalmados que no tienen escrúpulo alguno a la hora del acoso. El ‘buylling’ es una práctica en la que el acoso, la intimidación, el insulto e incluso las agresiones se producen a niños y adolescentes, pero también en los adultos. ‘Bullying’ físico o psicológico, virtual, sádico, psicótico o sociopático, aquel que intimida o se burla de personas y se cree con el poder, con el don de la palabra, el que cree saber todo y más que los demás. Un mal que afecta a miles de personas diariamente y que en el caso de los adultos sufren intimidación física, material, verbal y cibernético a través de las redes sociales y las nuevas tecnologías. Necesitamos leyes firmes que protejan a la víctima de su agresor, que se persigan estos comportamientos y se hagan condenas firmes tanto para menores, padres y gente adulta. El ‘bullying’ es un problema de todos y frente al mismo hay que denunciar y hacer visible al agresor, nunca aplaudir una actitud que produce consecuencias psicológicas y físicas. ¡No al ‘buylling’!