Buenas palabras en San Andrés

Al Ayuntamiento de San Andrés del Rabanedo ya no hay quien lo reconozca. Un pleno extraordinario sin arduos o superficiales debates, sin que haya acusaciones más que personales e incluso insultos de un lado a otro o en el que todo sean sonrisas y felicitaciones sería hace tan solo medio año una utopía o cuanto menos un chiste.

La Operación Enredadera ha revuelto todo en el Consistorio, y en este huracán han perecido (políticamente) hasta cinco concejales, incluida la alcaldesa, una María Eugenia Gancedo que llevaba casi 20 años en política y se ha visto obligada a dejar su puesto e incluso el partido cuando iba a completar quizá su mandato más complicado: en minoría y gestionando las migajas que el todopoderoso Ministerio de Hacienda de Montoro le dejaba.

Ahora, con su ya expartido en el poder, será una compañera como Camino Cabañas, bregada en la negociación laboral durante los últimos meses para sacar adelante la RPT, la que tendrá que culminar los últimos seis meses de un mandato de lo más extraño. Yaunque parezca mentira, quizá lo tenga más fácil que nadie para llegar a acuerdos en la historia de un Ayuntamiento que ha sobrevivido siempre en el alambre.

Porque la consecuencia más importante que deja la Operación Enredadera, más allá de los investigados dentro de esta trama (aún queda uno en la corporación, Juan Carlos Fernández, que se niega a dimitir), es que es posible sobrellevar esta situación con entendimiento. O por lo menos todos los grupos han confirmado que no serán beligerantes durante los próximos meses, para poder culminar los últimos coletazos de este mandato. Hablaron de consenso, de unidad y de colaboración en un Ayuntamiento que siempre ha vivido en la gresca continua. Ahora solo falta que confirmen estas buenas intenciones.