Bruselas aplaude el espíritu del Biermú

La original bebida del Palacio de Canedo celebra su 16 cumpleaños con la Medalla de Oro del prestigioso concurso de bebidas

Mar Iglesias
25/09/2018
 Actualizado a 18/09/2019
Imagen del Palacio de Canedo.
Imagen del Palacio de Canedo.
Los caldos de la bodega del Palacio de Canedo acaban de recibir el aplauso del prestigioso Concurso mundial de Bebidas espirituosas de Bruselasque otorgó el Zarcillo de Plata al conocido Xamprada y la Medalla de Oro al Biermú original, el Biermú rojo. «¿Por qué el nombre? Muy fácil: porque en la selección de hierbas en las que maceran nuestros vinos de mencía y godello siempre hay una selección de hierbas exclusivas del Bierzo, lo que hace a nuestro vermú singular», explican desde Palacio de Canedo.

El enólogo de Palacio de Canedo, José Manuel Ferreira agradece ese espaldarazo que proporciona un concurso al que se presentaban para buscar el refrendo de algo que pensaban que era un buen trabajo «no nos habíamos planteado llevarlo a concurso, pero nos ha hecho mucha ilusión recibirlo, porque nos dice que vamos por el camino correcto». Por eso el Biermú mantendrá su espíritu y continuará perfilando las fórmulas que le han llevado a ser una bebida con carácter, apellido berciano y filosofía Prada A Tope.

El Biermú se bautizó en 2002, aunque Ferreira reconoce que ahora es cuando está de moda. En ese momento, el Palacio de Canedo diseñó dos recetas infalibles, la del Biermú Blanco, surtida de una base de godello características y el rojo, que en este caso llevaba el aporte de la uva mencía como testimonio de su madre berciana y de que la voz cantante en el nuevo caldo debía de ser un vino tinto y no la uva blanca manchada con caramelo ecológico pardo, que era lo que se concebía en otras bebidas de su ramo. Así creció el Biermú, abrazado por los vinos ecológicos mencía del Palacio y con el añadido de las raíces y hierbas que se maceran a parte para conseguir un equilibro entre dulce y amargo. «Es un proyecto de personalidad, marcado con mencía y realizado por completo con productos naturales», explica Ferreira. En sus 16 años de vida ha ido mejorando su perfil, pero siempre manteniendo su espíritu y equilibrio.

15.000 botellas

Cada año salen al mercado 15.000 botellas del Biermú de Prada, un producto selecto, artesanal, que no busca «desdibujarse» en un incremento de producción que le haga perder su esencia, asegura Ferreira. Solo quiere seguir siendo el Biermú de mencía «sin apartarse del método tradicional y además siguiendo los cánones de la agricultura ecológica».

El premio del Biermú es el tercer reconocimiento en este mes para los Biermús. Hace pocas semanas era apaludido desde la Cata Vermús 2018 en Galicia, donde conseguía un oro el producto en su variedad roja y una plata para el blanco.

Viaje a Japón

Si el Biermú ya es conocido en distintos países, siguiendo el empuje exportador de todos los productos cultivados desde el Palacio de Canedo, hay un país en el que está creciendo de forma exponencial y donde se valora de manera especial. Se trata de Japón, donde desembarcó hace dos años y se ha convertido en un artículo particularmente selecto para finalizar las comidas «allí la gente está abierta a experimentar y es un mercado muy interesante», apunta el enólogo. Otros de los países donde se ven las botellas del Biermú es en Suiza o Bruselas yEstados Unidos principalmente.

Ferreira reconoce que el Biermú no es de las bebidas más conocidas de la firma «siempre ha estado un poco tapado» y espera que estos galardones, sobre todo el de Bruselas, sirvan para que su concepto y la valentía de un empresario con visión que le dio vida hace 16 años, hagan que se convierta en la bebida de éxito que está destinado a ser.

Estos premios llegan justo cuando la vendimia está en pleno apogeo. El Palacio de Canedo siempre es el más madrugador en comenzar la recolección que inició hace unas semanas con la viña situada a los pies del Palacio, la de mejor altitud de la propiedad y la que produce las variedades blancas que sirven para hacer el vino espumoso Xamprada, que este año embotellará la 27ª añada. Este año ha sido complicado, según Ferreira, por culpa del mildiu y el oídio, que se han dejado notar en las vides por las lluvias y tormentas que se encajaron en el cielo berciano con asiduidad. Trabajar con el apellido ecológico complica más la situación, lo que ha hecho que las atenciones y mimos a los viñedos se acentuaran aún más, aunque en la floración se perdió parte de la uva.

Tras los blancos para los Xampradas, la bodega pasará a la mencía que dará a luz a los Xamprada Rosé, y luego ya el mencía joven del Maceración Carbónica, el rosado y los demás tintos, desde los parajes más bajos hasta el Picantal, el viñedo de mayor altitud y del que salen las botellas más seleccionadas del Palacio de Canedo.

El Palacio es una marca pero también un lugar excepcional. Es un monumento catalogado comoBien de Interés Cultural por la Junta de Castilla y León, que suma tres siglos dando vida a la tierra que lo rodea, especialmente viñedos. Del vino vivían los señores de Canedo. A sus espaldas quedan 25 generaciones de viticultores que han pasado por él, que han ido manteniendo vivas sus cepas que ahora Prada cultiva, sin inventar nada, como subraya, solo respetando la herencia recibida y cuidando la tierra con respecto «solo tenemos que poner al día lo que nos enseñaron los mayores, y respetar el cariño con el que nos legaron estas vides de godello y mencía, las primeras blancas, frescas, frutales y luminosas, las segundas con el aroma de los frutos rojos del sotobosque, con cuerpo y vigor, ambas atlánticas pero gozosas de medrar en el potente sol del verano del Bierzo».
Lo más leído