Bruno Marcos: "El tema de la novela es el de la realidad imponiéndose a los sueños"

‘Golfemia’ es el título de la nueva novela del escritor, artista plástico y colaborador de LNC, en la que recorre la primera mitad del convulso siglo XX español

José Miguel López-Astilleros
17/04/2021
 Actualizado a 17/04/2021
El escritor Bruno Marcos participó la pasada semana en la Feria de Editores FEE firmando ejemplares de su novela. | MAURICIO PEÑA
El escritor Bruno Marcos participó la pasada semana en la Feria de Editores FEE firmando ejemplares de su novela. | MAURICIO PEÑA
Aparece la novela titulada ‘Golfemia’ (Eolas) en la que Bruno Marcos narra la aventura de un joven aristócrata que, buscando iniciarse en la poesía y el amor, recorre los primeros cuarenta años del agitado siglo XX español comprimidos en unas pocas semanas descubriendo que la realidad se impone a los sueños.  

– Esta novela llevaba tiempo escrita, leída y encomiada en exclusiva por algún amigo que otro. ¿Cómo surge el proyecto?
– Es el resultado de muchas lecturas que realicé durante algo más de cuatro años sin la idea premeditada de escribir algo, buscando conocer cómo habían sido los principios del siglo XX español. La formación de la gente de mi generación, los que fuimos niños en la Transición, tuvo dos pilares fundamentales que fueron dos milagros que se dieron en nuestra cultura: la generación del 98 y la del 27. Con los autores de estos dos grupos nos educamos en muchos aspectos, literarios por supuesto, pero también aprendimos a pensar España. En un momento dado sentí interés por el contexto real en el que vivieron: Qué cosas pasaban, qué personas les rodeaban, que hechos sociales y políticos, qué otros escritores o artistas que no son recordados convivieron con ellos… Teniendo en cuenta además que casi todos ellos tuvieron un final atroz.

– ¿Qué documentación consultó para su elaboración y qué peso tiene en una novela de ficción como esta, dado que está trufada de hechos y personajes históricos? – En realidad el proceso de investigación no fue tal, como ya he comentado, sino el poso de una serie larga de lecturas que describían toda esa época. Son muchas las referencias literarias, biográficas y periodísticas que he manejado. La técnica narrativa que elegí fue la de una novela coral, con gran cantidad de personajes, muchos reales, con un narrador que es un joven  aristócrata que quiere iniciarse en la poesía y el amor. Decidí que las cuatro primeras décadas quedasen comprimidas en unas pocas semanas de forma que el ritmo es muy rápido. El atentado a Alfonso XIII con una bomba en el ramo de flores el día de su boda, los magnicidios de Canalejas o el de Eduardo Dato y la llegada de la guerra pasan en muy poco tiempo dentro de la novela. Fue muy ilustrativo leer, por ejemplo, el libro que dedica José Plá a los días de la proclamación de la Segunda República al mismo tiempo que la descripción que se hace de la expulsión del rey en ‘Madrid, de corte a checa’. Por otro lado me fascinó la ambientación que hay de la vida bohemia de los cafés de los escritores olvidados en la obra ‘La novela de un literato’ de Cansinos Assens, casi dos mil páginas en notas que escribía a altas horas, al volver a casa, de forma secreta sin idea de que vieran la luz. También han sido importantes biografías como la de Sawa, el gran bohemio que inspiró el Max Estrella de Valle-Inclán, la de Lorca y la de Miguel Hernández; las memorias de Pío Baroja, o su novela ‘Aurora roja’ en la que dibuja un anarquismo pintoresco, la aventura de la columna Durruti anarquizando pueblos entre Barcelona y Zaragoza, así como textos periodísticos de esos años. Pero el arranque sin duda está en la obra de Valle-Inclán ‘Luces de Bohemia’ que leo todos los años desde que era adolescente.  – En el capítulo 3 Alejandro Sawa diferencia Golfemia de Bohemia. ¿Es fácil separar la Golfemia y el hampa de la legítima y auténtica Bohemia, o la primera puede entenderse como un estadio de la segunda, y por lo tanto llegar a confundirse? – Dedicarse a las artes o las letras ha sido, desde el Romanticismo, una garantía de pobreza; lo paradójico es que esta precariedad se materializase con la llegada de la autonomía del arte, es decir, cuando los creadores fueron independientes de los poderes que venían pagando sus obras y en teoría iban a lograr un arte libre y superior. Salvo algunos que triunfaron, la gran masa de artistas de todos los países que sintieron la llamada de las musas desde este periodo fueron directos a malvivir en desangeladas buhardillas constituyendo un arquetipo de la modernidad, el bohemio: un ser extraño en la sociedad industrializada que no producía nada que sirviera para ganarse la vida. La Bohemia enseguida empezó a ser materia narrativa, Henry Murger escribió por entregas en la prensa y con éxito escenas de este tipo de vida y también Puccini la popularizó con su ópera. Se comenzó así además a mitificar el fracaso como consecuencia de la oposición al materialismo imperante. En España la Bohemia entroncó pronto con la picaresca y, efectivamente, se creó ese término de Golfemia, mezcla de golfería y bohemia, del que el propio Sawa —de quien se contaban todo tipo de anécdotas golfas— quería distanciarse. Incluso se hizo una zarzuela satírica con ese título. – ¿Qué hay más en el libro, Golfemia o Bohemia?
– La Golfemia es la Bohemia idealista alcanzada por la realidad, por la necesidad, el hambre, los conflictos sociales y políticos, por el fracaso o la falta de talento… Los personajes que el protagonista va encontrando a lo largo de la novela, a excepción de los jóvenes, son Golfemia porque han vivido y la vida les ha dejado hechos una caricatura.  

– Hacia el capítulo 10 el protagonista se ve inmerso en la guerra civil española. ¿Cómo influye este acontecimiento luctuoso y sangriento en la desaparición de aquella bohemia madrileña de principios de siglo?
– La Bohemia ya estaba moribunda desde hacía años. La generación del 27 y las teorías orteguianas de la deshumanización del arte dejaban a los bohemios como una artículo de anticuario. Es una época en la que aún se sentía el modernismo de Rubén Darío, que como se retrataba él mismo era muy antiguo y muy moderno; convivían Valle, Baroja o Unamuno con Lorca, Juan Ramón, Alberti o Ramón Gómez de la Serna entre otros y todos ellos con obras poderosas que evolucionaban. Además, tanto el fascismo como el comunismo eran novedades que iban a reclamar una estética propia. La Bohemia clásica desaparece por completo, sin embargo, muchos de los componentes sociológicos de los creadores actuales coinciden con los suyos en tanto que siguen siendo disidentes en un mundo materialista.

– Aparte del significado literal ¿qué otro u otros significados simbólicos posee la obra?
– El tema de la novela ‘Golfemia’ es el de la realidad imponiéndose a los sueños hasta el punto de que esta se vuelve tan compleja, rica, sorprendente, deslumbrante, inesperada y doliente que cobra el aspecto de ellos. De ahí que el protagonista se dé cuenta al final de que todo lo que le ha pasado supera con mucho a lo que soñaba vivir y que eso debería ser la materia de su literatura.
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