Brotes verdes en el turismo rural, que ya recupera el 60% de su mercado nacional

El avance de la vacunación sirve de impulso a un sector que "suplica que las medidas se tomen con suficiente antelación" y que deposita sus esperanzas en la campaña estival

Víctor S. Vélez
05/05/2021
 Actualizado a 05/05/2021
Un alojamiento rural en la comarca leonesa de Laciana. | L.N.C.
Un alojamiento rural en la comarca leonesa de Laciana. | L.N.C.
El sector turístico tiene rodeado en rojo este domingo en su calendario. El fin del estado de alarma es la fecha más esperada por los alojamientos, uno de los sectores más afectados por la pandemia. Entre ellos, el turismo rural de la provincia de León que mantienen muchas dudas sobre si al fin podrán comenzar a recibir clientes de otras comunidades autónomas.

El fin del estado de alarma y la incertidumbre ante las nuevas medidas que sean decretadas para mantener controlados los contagios de coronavirus llegan en un momento en el que el turismo rural parece ir recuperándose de un invierno muy duro. El Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó este lunes su 'Encuesta de ocupación en alojamientos de turismo rural' que refleja un notable incremento en el número de viajeros de marzo con respecto a los de los cuatro meses anteriores. El primer trimestre del año cerró con 4.269 viajeros en los alojamientos rurales de la provincia. De ellos, solo 56 fueron internacionales lo cual prueba hasta qué punto es elevada la dependencia del mercado nacional en estos momentos.

En este sentido, comparando el pasado mes de marzo con la media de los cinco años previos a la pandemia se advierte que León ya ha recuperado un 60 por ciento de los viajeros nacionales, una vez quedó superada la tercera ola del Covid-19 y, sobre todo, debido al avance en la campaña de vacunación. Lo mismo ocurre con las pernoctaciones, 6.650 en marzo. Esta cantidad ya supone el 61,1 por ciento de la media del tercer mes del año entre 2015 y 2019. Así, el sector avanza poco a poco pero sigue lejos de los niveles de ocupación que registraba antes de la irrupción de la crisis sanitaria. Marzo, mes cuyos datos fueron publicados este lunes por el INE, siempre se ha encontrado altamente influenciado por las fechas en las que cae la Semana Santa pero nunca ha registrado los mínimos de 2020 y 2021, cuando ha estado bajo los efectos de las restricciones del coronavirus.

Para alcanzar esa recuperación plena, lo que el sector pide es poder trabajar. En este sentido, Jesús del Río, empresario de turismo rural en la provincia y representante autonómico del sector, exige a la Junta que especifique "ya, de forma inmediata" las medidas que van a ser de obligado cumplimiento a partir del día 9. "No esperamos nada a partir del 9 de mayo porque a saber qué va a pasar. Publicarán algo la noche anterior y así no se puede planificar nada. Todo el sector está en contra de cómo se está haciendo, no del qué. Suplicamos que las decisiones se tomen con la suficiente antelación", señala Del Río.

Previsiones para verano


Y es que todas las miradas del sector están puestas en el verano. En el año que va de pandemia, según los datos del INE, dos terceras partes de los viajeros que llegaron a los alojamientos rurales de la provincia se concentraron en los meses de julio y agosto. Por el momento, las reservas en las casas rurales de la provincia a partir del domingo y de cara al verano son "anecdóticas". "No hay reservas y las que llegan son con políticas de cancelación muy flexibles. Si se cancela una semana antes y sin cargos tampoco se nos deja margen de maniobra", valora a este periódico el portavoz autonómico del sector.

Si la vacunación avanza al ritmo previsto y las nuevas cepas del Sars-COV-2 se mantienen controladas, el sector espera la ocupación plena en agosto. Sin embargo, esto no evitará "un verano muy parecido al pasado". "Se llenarán los pueblos con las segundas residencias y nosotros trabajaremos pero tampoco para tirar cohetes", aventura Del Río sobre cómo serán los próximos meses.

¿Año perdido?


Pese a estas buenas previsiones de cara a la campaña estival, el turismo rural de Castilla y León ya da "el año por perdido". "2021 no se puede salvar. Perdimos la Semana Santa, los puentes de abril y de mayo... Esto no es abrir y al día siguiente que llegue el cliente. Hasta junio no habrá movimiento", manifiesta este empresario leonés de turismo rural.

Además de mayor claridad y anticipación en la toma de decisiones, los alojamientos rurales piden a las instituciones que las limitaciones sean establecidas por aforo, como bares y restaurantes, no por un máximo fijo de plazas. Del mismo modo, consideran que la Junta debe aprovechar la situación actual para realizar una promoción de los activos turísticos de las nueve provincias que, actualmente y a su juicio, no se está llevando a cabo. Precisamente, el viajero mayoritario de este mes de marzo que comienza a mostrar brotes verdes en el sector se asienta en un "turismo familiar de corte autonómico". Un tipo de cliente que, de confirmarse otro verano marcado por las restricciones, será fundamental para mantener a flote muchos negocios y puestos de trabajo vinculados al sector del alojamiento rural.
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