Bravo aligera la plantilla de la Deportiva

Entre los grandes culpables del regreso de la Ponferradina a Segunda hay que citar sin lugar a dudas a Carlos Bravo. Y es que el atacante, un fichaje de perfil teóricamente bajo y realizado en el mercado invernal procedente de un Unión Adarve con quien se acababa de estrenar en Segunda División B, fue una pieza clave para Jon Pérez Bolo, especialmente en el tramo final de temporada y en el decisivo ‘playoff’.

El madrileño, de 27 años, fue titular en los seis partidos de esa fase de ascenso y disputó en total 23 encuentros (14 de inicio) el año pasado con una Deportiva en la que metió cinco goles.

Sin embargo, en la categoría de Plata su protagonismo se ha visto notablemente disminuido y ha ido a menos con el paso de las jornadas. Así, tras ser uno de los revulsivos usados habitualmente por Bolo en el arranque e incluso sumar dos titularidades en las 13 primeras jornadas, poco a poco y condicionado también por una lesión fue desapareciendo hasta de las convocatorias.

De hecho, en los 15 últimos partidos de liga sólo ha disputado 35 minutos divididos en tres partidos: la derrota frente al Alcorcón, donde tuvo media hora, y los dos empates con el Albacete, en los que salió en los últimos 5 minutos.

Bravo, que tiene contrato con los bercianos para la próxima campaña, pudo irse por la grave lesión de rodilla del ex de la Deportiva Iago Díaz Por ello, dado el exceso de jugadores que tiene en zona de ataque un Bolo que había mostrado públicamente su deseo de aligerar la plantilla, su salida se barajó durante todo el mercado invernal y ha terminado siendo una realidad por una circunstancia excepcional cuando parecía ya descartado tras cerrarse esa ‘ventana’.

Así, Carlos Bravo jugará en calidad de cedido hasta final de temporada en el Rayo Majadahonda, equipo del grupo I de Segunda División B que tenía como objetivo regresar a la división de Plata pero en estos momentos es sexto a dos puntos del ‘playoff’.

Los madrileños tenían la opción de reforzarse debido a la lesión de gravedad precisamente de un ex de la Ponferradina, Iago Díaz, que se rompió el tendón rotuliano de la rodilla derecha y estará ocho meses de baja.

Así, tras disputar un total de 10 encuentros y 230 minutossin llegar a marcar este año con la Ponferradina, Bravo se va temporalmente de un equipo berciano al que regresará en verano, puesto que tiene contrato en vigor para la próxima temporada.