Boomers e influencers

A día de hoy aún hay quienes se burlan y menosprecian a los jóvenes, pero posteriormente esperan que estos les muestren su máxima admiración e, incluso, devoción. La idea transmitida por Fernando Simón de que los ‘influencers’ conciencien de forma masiva y lúdica a los jóvenes sobre la verdadera realidad del coronavirus ha sido ampliamente criticada por adultos de mediana edad con cierta tendencia al cuñadismo. Sin embargo, es innegable la influencia que tienen diversas personalidades de la esfera pública, ya sean influencers, youtubers o artistas, en los actos y pensamientos de los jóvenes.

Es cierto que muy pocos van a seguir, como si de borregos se tratara, todo lo que los influencers digan. En todo caso, eso suele ocurrirles más a los cuñados que tanto critican esta propuesta, tal y como se comprobó en la manifestación del pasado domingo en la Plaza de Colón liderada por Miguel Bosé, quien no apareció por ahí.

No obstante, estoy segura de que los jóvenes escuchamos atentamente lo que estas personalidades dicen, cuyo discurso se hace viral y termina calando, especialmente en aquellos que están comenzando su adolescencia y que ven un referente en estas celebridades.

Quizá ya vaya siendo hora de aceptar que la repercusión de los medios de comunicación, concebidos tradicionalmente como instrumento de persuasión de las masas, ha disminuido considerablemente para las generaciones más actuales. Al igual que se habla de la desaparición del papel y del auge digital, también es relevante tener en cuenta que la influencia ya no solo la ejercen los profesionales de los medios de comunicación, sino también cualquier persona que consiga marcar una tendencia y que la gente, especialmente los jovenes, esté atenta a sus publicaciones o comunicados.

En definitiva, la idea propuesta por Fernando Simón no es más inválida que otras que ya se hayan dicho, sino que es criticada por mencionar tanto a los jóvenes, a quienes se juzga constantemente por su modo de vida en un mundo que otras generaciones han dejado, y a los influencers, considerados inferiores por quienes están en camino de perder su relevancia en la esfera pública y en la sociedad.