Bolo, la excepción que confirma la regla

Los entrenadores de fútbol suelen ser el blanco fácil cuando las cosas no marchan bien para sus equipos. Las destituciones suelen ser habituales en los banquillos de cualquier categoría y en el fútbol actual es más que complicado encontrar un entrenador que lleve al frente de un proyecto más de dos o tres temporadas. Un caso especial es por tanto el del entrenador de la Ponferradina, Jon Pérez Bolo, que arranca la campaña en Segunda División siendo el técnico que más partidos a dirigido a su equipo de los 22 que se sentarán en los diferentes banquillos de la categoría, toda una demostración de que apostar por un proyecto sin descabezarlo al mínimo contratiempo acaba dando resultado.

Y es que si bien es cierto que, por lo general, las cosas le han ido casi siempre de cara al técnico de la Deportiva desde que llegara a El Toralín el verano de 2018, también ha habido malos momentos precisamente en ese primer año o en el del regreso a Segunda en el que se bordeó el descenso en el que la directiva dirigida por José Fernández Nieto no dudó y apostó por el técnico vasco, logrando finalmente llevar el barco a buen puerto.

Solo Íñigo Vélez, técnico del Amorebieta, ha estado las últimas 3 campañas completas con su equipoNo suele ser lo habitual, especialmente en una categoría tan larga como la Segunda División en la que los rendimientos suelen ser irregulares casi por obligación y en el que los dirigentes suelen ponerse nerviosos a la mínima. Muestra de ello son los hasta 3 cambios de técnico del Lugo o Albacete la pasada campaña o los 2 de muchos otros equipos.

Sobra echarle un vistazo al cuadrante de técnicos para la próxima campaña, en la que sin contar los recién ascendidos, solo Bolo, Ziganda (Oviedo) y Pepe Mel (Las Palmas) arrancarán su tercera o cuarta campaña con el equipo, habiendo llegado ambos con la temporada ya empezada en su momento. Sumándole a los equipos que se incorporan este año en Segunda, solo el técnico del Amorebieta Íñigo Vélez tiene una situación similar a la de Bolo, sumando también 3 campañas al frente de su equipo aunque con menos partidos al no ser el conjunto vasco un habitual del ‘playoff’ y teniendo en cuenta la suspensión de la liga debido a la pandemia hace dos campañas.

El resto de equipos se dividen en los que dan una segunda temporada a aquellos que hicieron un buen año o lo salvaron, ya que en muchos casos los equipos han confiado en entrenadores que contrataron durante la última campaña y lograron el objetivo que se habían marcado, o los que apuestan por una cara nueva para el banquillo.

Eibar, Girona, Huesca, Málaga, Mirandés y Valladolid apuestan por nuevos entrenadores, de los cuales dos Ambriz y Escobar, son debutantes en la categoría. Unos y otros saben de lo complicado de mantener su posición a lo largo del tiempo, algo por lo que pelearán desde la primera jornada de liga, prevista para el fin de semana del 14 de agosto. En ese mismo momento comenzará el juego de las sillas.