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Bierzo y Mañueco

20/08/2020
 Actualizado a 20/08/2020
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El presidente de la Junta de Castilla y León le ha tomado afición al Bierzo. Ha subido las remuneraciones a los portavoces del consejo comarcal. Además, viajó hasta Ponferrada el lunes para anunciar inversiones en patrimonio, refuerzos para incendios y apoyo al internet rural: varios miles de euros. Sin embargo son medidas coyunturales. Transmite la sensación de quien quiere aprobar una asignatura estudiando el día antes del examen.

Bien podría transferirse esto –no delegarse– al Consejo Comarcal del Bierzo, pero nada al respecto dice el señor Mañueco. El consejo nació en 1991, bajo la presidencia de Jesús Posada en la Junta de Castilla y León. La institución se creó para ejercer las competencias de ordenación del territorio, urbanismo, sanidad, servicios sociales, familia, medio ambiente, cultura, deporte, salubridad pública, medio ambiente, turismo, tradiciones populares, artesanía, agricultura, ganadería, montes, minería, ferias y mercados comarcales, energía, promoción industrial, enseñanza, consumo y protección civil. Sobre el papel, se creaba una institución destinada a ser el brazo de la administración autonómica en los 37 municipios del Bierzo.

Si entonces tenían 141.000 habitantes, hoy no llegan a los 120.000, así que no parece que la gestión del consejo comarcal haya sido efectiva. De hecho no ha podido serlo. La Junta de Castilla y León gestiona unos 2.000 millones de euros correspondientes a la provincia de León (para casi un 20% del total de la población autonómica). Según ese criterio, el consejo comarcal debería gestionar hasta unos 500 millones de euros al año (para casi un 5% de esa población), lo que cuadruplica el presupuesto anual de toda la Diputación Provincial de León (136 millones). Pues bien, el Consejo Comarcal del Bierzo recibe, después de casi 30 años desde su creación, poco más de 4,5 millones de euros. Juzguen ustedes cuál es la apuesta real de la Junta de Castilla y León por el Bierzo.

Si la Junta no miente, debe acometer la transferencia inmediata del presupuesto autonómico de las consejerías afectadas al consejo. Invitar al resto de las administraciones a delegar, cuando cuentan con cantidades económicas minúsculas, comparadas con la Junta, es una cortina de humo. Fernández Mañueco es presidente de la Junta, pero ha sido consejero de presidencia (2001-2007), y de justicia e interior (2007-2011), por lo que conoce perfectamente la situación. Si no transfiere fondos y competencias al consejo, no acabará con la frustración de los bercianos; menos aún aumentando las remuneraciones a políticos de una institución con un valor prácticamente simbólico y poco más.
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