Bierzo, crisis y reacción

La depresión que azota a la comarca berciana inmovilizó a una parte de las fuerzas vivas. Se entiende porque, si bien Ponferrada entró en crisis más tarde que León, luego lo hizo más violentamente para llegar al mismo punto que el resto de la provincia. Sin embargo nadie debería conformarse con un estado de postración como respuesta al declive. El Bierzo debe hacer un recuento de sus oportunidades tras aceptar la pérdida de peso que sufre.

No sirve la mirada a su alrededor para encontrar un modelo a seguir. Lo que ha hecho la Xunta de Galicia en Lugo y Orense es un desastre sin precedentes, que les condujo a la cola de España. Por su lado la Junta es otro ejemplo de lo que no hay que hacer, como demuestra la lamentable evolución de León y Zamora. Los tres pilares que miden el desarrollo: renta, demografía y empleo, no dejan lugar a dudas, por eso Ponferrada debe encontrar fórmulas propias y adaptadas a su peculiar situación.

Son las aglomeraciones de población donde se puede originar una reacción económica. El Bierzo tiene capacidad para remontar porque cuenta con una ciudad, Ponferrada, del tamaño de Zamora. La cuarta urbe de la Región Leonesa debería ver potenciado el Consejo Comarcal como servicio porque todos los nodos alternativos están a más de 100 km. Ponferrada puede liderar el cuarto ámbito leonés, espacio con una realidad social que supera lo administrativo, para adoptar y adaptar sus propias medidas. La Diputación y sobre todo la Junta deben delegar recursos y toma de decisión en el ente comarcal. Solo la existencia de Ponferrada explica esta necesidad, esta oportunidad y esta lógica.

Los 120.000 habitantes escasos del oeste provincial no dan para una gran centralidad, pero sí para un despliegue local de servicios desde ella hacia centros secundarios: Bembibre, Cacabelos y Villablino. Solo con esos niveles –un nodo central que decida y 3 periféricos– es posible reflexionar y pedir con más eficacia para las denominaciones de origen e IGP, el Ponfeblino, las cooperativas, el prerrománico leonés, las Médulas, los tesoros etnográficos, las vías rápidas hacia Asturias y Braganza, el enlace rápido con Valdeorras, los árboles monumentales, la incipiente producción artesanal, la ganadería extensiva de calidad, las áreas logísticas, el ferrocarril rápido, la reutilización o restauración de ruinas industriales, la arquitectura tradicional, los consultorios, etc.

La batalla de León por su economía solo se ganará encontrando caminos nuevos, visiones integrales, explotándolo todo. Ponferrada es una pieza esencial: el cuarto engranaje del sistema urbano, que abre una puerta a la prosperidad.