21/05/2017
 Actualizado a 17/09/2019
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Mientras millones de espectadores esperaban ansiosos el estreno en Estados Unidos de la tercera temporada de Better Call Saul, magnífica precuela de Breaking Bad, dos títulos fundamentales a la hora de entender este emergente y adictivo género, su protagonista cenaba en una posada sanabresa. «A lo largo del día de ayer corría desde Puebla por toda la comarca el rumor de la visita de un famoso, y no se trataba del ministro Íñigo de la Serna, sino de alguien más televisivo, el actor norteamericano Bob Odenkirk». Con ese párrafo comenzaba la noticia que leí hace un mes en La Opinión de Zamora y cuyo final no puede ser más acertado: «Sin embargo, el entusiasmo se mezclaba con la confusión, ya que las obras del AVE han «desmantelado» la ruta jacobea tradicional en esta zona, existiendo en la actualidad diferentes opciones, como seguir el nuevo trazado habilitado por el Ayuntamiento de Lubián, continuar por el camino antiguo o adentrarse en los cortafuegos que atraviesan los bosques de la Alta Sanabria». Que una estrella de Hollywood descubra una senda que ya existía en el siglo VII antes de Cristo solo da para un titular como el de esta columna. En mi opinión lo importante,y creo que han pasado desapercibidas, fueron sus declaraciones al regresar a Madrid tras el peregrinaje compostelano: «Cuando no has oído hablar de la Vía de la Plata, piensas que serán pueblos olvidados de la mano de Dios, pero son ciudades fantásticas, preciosas y llenas de gente. Me encantaría diseminar la palabra y hacer que vengan más estadounidenses a España. Aunque quién sabe si será una maldición o una bendición». Lejos de visitar Toledo, Sevilla o Granada, Saul Goodman, el famoso personaje que interpreta Bob Odenkirk, buscó inspiración en estas apartadas regiones para después proclamarlo a los cuatro vientos. Atraer al turista extranjero hacia parajes únicos como los que, por ejemplo, rodean la cercana comarca de La Valdería, puede ser una tabla de salvación para la economía del noroeste peninsular. Ahora bien, no basta con la llegada de la alta velocidad a las estaciones de León, Zamora o Salamanca. Hay que mover al viajero por todos los rincones de estas provincias, a ser posible de manera eficiente, sostenible e inteligente. Hagan la prueba, sin coche por supuesto, e intenten llegar desde el Aeropuerto de Barajas, una mañana temprano, hasta Castrocontrigo a media tarde y de paso comprar chocolate en la fábrica de Santocildes. Me temo que acabarán llamando a Saul para que les saque del lío.
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