Beni Paramio y otras hierbas que se hicieron aceite

El baloncesto en León vivió días cercanos de gloria, pero las bases vienen de muchos nombres tal vez olvidados (Pepe Estrada, Quintanilla, Beni Paramio) a los que recuerda Fernando Rubio

Fulgencio Fernández
06/06/2022
 Actualizado a 06/06/2022
Formación del Elosúa en 1980 (izquierda) y Benito Paramio (derecha). | FERNANDO RUBIO
Formación del Elosúa en 1980 (izquierda) y Benito Paramio (derecha). | FERNANDO RUBIO
Decía Victoriano Crémer —a quien Fernando Rubio siempre llama ‘mi admirado Crémer’— que "lo que no es biografía no es nada" y él, con una vida tan ajetreada, bien sabía lo que decía.

No es fácil saber si no hay nada en lo que no es biografía, pero sí se entiende mejor lo que quería expresar ‘don Victoriano’ si convenimos que en lo que hay biografía hay mucha más alma. Más fuerza. Más vida.

Y eso le ocurre a Fernando Rubio cuando viaja a los orígenes del baloncesto en León, que le asaltan nombres que le tocan la fibra: El Forecu, Beni Paramio... porque forman parte de su memoria y nos recuerdan —en estos días que la ciudad honró a ‘los héroes del último ascenso a la ACB’— que aquellos años de gloria se cimentan en otros nombres, otros antecedentes, otras historias escritas con muchas menos cámaras y páginas de periódicos.

Paramio quería jugar a balonmano en los Salesianos de Bilbao y le dijeron que allí se jugaba a baloncesto; después en León apostó por el basket porque solo había balonmanoY en aquellos años 70 de Fernando Rubio aparece, reaparece para él, Benigno Paramio, que es casi tanto como decir "la historia de los pioneros del baloncesto en León". Y ‘colgar’ esas fotos le sirvió además para recuperar uno de esos contactos perdidos por la distancia: "Hacía muchos años que no tenía contacto con Paramio. Nos conocemos desde la época del Forecu, aquel Club que revolucionó la sociedad adolescente y joven del León de mediados de los 60. Club casamentero del que salieron muchos matrimonios, entre ellos el de Beni y Asun y el mío con María Jesús (llevamos ya 51 años)". Así se entiende mejor a Crémer. Y añade: "Aunque su afición al baloncesto era anterior a la creación del Forecu (FOrmativo REcreativo CUltural), la tenacidad de Beni junto al apoyo de José Luis López-Dóriga y del club, llevaron a al creación del Club de Baloncesto Forecu, tanto Masculino como Femenino, que tantas alegrías y éxitos dieron tanto a los jugadores, como miembros del club y aficionados".

Sumen otro nombre: López Dóriga.

Decía Rubio que su afición era anterior. Cierto. Paramio nació en 1948 y en 1961 conoció el baloncesto en el colegio de los Salesianos de Bilbao, donde era casi una religión. Hay una anécdota que ilustra bien cómo eran aquellos tiempos. Contaba Paramio que al llegar a León "quiso meter el baloncesto en los colegios de la ciudad pues aquí solo había balonmano" (eran los años de dominio de los Maristas). Pero curiosamente al llegar a Bilbao le había ocurrido lo contrario. "Llegué a los Salesianos y dije que quería jugar a balonmano y me dijeron: "No, aquí se juega a baloncesto".

Y así ganó el baloncesto a quien sería un gran jugador, entrenador, creador de clubes y, sobre todo, un apasionado del baloncesto. Pepe Estrada —apunten otro nombre a la lista— recuerda la llegada de Paramio a León, un jugador "de otra galaxia. Era una especie de Globetrotter, venía de Bilbao donde estaba mucho más desarrollado, saltaba como un gamo, botaba, fintaba... aquí íbamos todavía por detrás y Paramio lo revolucionó todo".

Señala finalmente Fernando Rubio que "sólo he querido resaltar la figura de Benigno Paramio de hace medio siglo. Su labor posterior ha sido enorme y fundamental para el Baloncesto en León. Pero esa parte de la vida de Beni es muy conocida o debería serlo por todos los aficionados al Baloncesto leonés".



Seguramente debería ser más conocida pues, así a vuelapluma, se podría recordar que tuvo mucho que ver con el nacimiento del primer club de mini-basket que hubo en León, también de la Federación de baloncesto en la ciudad, en la creación de equipos como el Hispánico, el Ademar de baloncesto, Los Pedrines, el Albino... y con el tiempo fue nombrado (en 1969) el Mejor Jugador en la Gala del Deporte y un buen número de años después fue el Mejor Técnico... Súmale en medio muchas horas de trabajo y te harás una idea de quién es Paramio y qué representa para el Baloncesto leonés. Pepe Estrada lo dice así: "Llegabas al Hispánico (al globo) por la mañana y estaba Paramio, ibas por la tarde y estaba Paramio y si ibas por la noche seguramente también estaba".

Y de aquel acercamiento a la figura de Beni Paramio —abarcarlo todo es imposible— nos llevan las fotos de Fernando hasta los orígenes del Elosúa, en los 80. Ya ha contado algunas veces Pepe Estrada cómo se unió el nombre de la empresa aceitera al del baloncesto, a través de él. "Fuimos a ver a don Marcelino Elosúa, al que no conocíamos de nada y no sabíamos qué decir. Él tenía una casa en Omaña y cuando la secretaria nos preguntó ¿de parte de quién? yo le dije ‘del nieto de Leandro’, ya que mi abuelo era muy conocido en aquella comarca". Y salieron del despacho con más dinero del que le iban a pedir, concretamente con medio millón de pesetas. Acababa de nacer el Elosúa, el que aparece en las fotos y al que suma nuevos nombres el que fue su primer delegado, Fernando López Villa: "Ahí estoy yo como primer delegado que fui del Club Baloncesto Elosúa, que se fundó básicamente con jugadores del Baloncesto Oje, que ya entrenaba Pepe Estrada. En la foto aparecen también jugadores del equipo junior. En ese primer año jugábamos nuestros partidos en el famoso Globo del Hispánico y logramos quedar primeros de grupo, ascendiendo a la categoría superior, disputando la competición con clubes de Asturias, Cantabria y de nuestra Comunidad. El alma de todo ello era y es Pepe Estrada, que bien se merece un reconocimiento y homenaje de nuestra ciudad".

Ahí está el grupo. Pepe al fondo en la foto frente al Hostal, en la otra de La Virgen del Camino ya aparecen algunos nombres de leoneses que hicieron historia en este equipo, como Sanguino, Joven y Ramonín o el entrenador Garrido.

Quedan muchos nombres en el tintero —Quintanilla, Pérez Soto, los Herreras...— pero a buen seguro que todos se sienten bien representados en este ramillete de nombres cogidos al vuelo viendo algunas fotos.
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