18/01/2022
 Actualizado a 18/01/2022
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La pasada semana encontrábamos en la prensa lo siguiente: «El Ayuntamiento de Ponferrada celebrará bautizos laicos. El Boletín Oficial de la Provincia publica este miércoles la ordenanza municipal que regula los bautizos laicos en el Ayuntamiento de Ponferrada. Había sido aprobada en el Pleno del 24 de septiembre. No ha habido alegaciones y ya es definitiva. Las ceremonias se celebrarán el Ayuntamiento y los inscritos se registrarán en un libro. Está por publicarse la tasa que conllevará».

Destacamos tres comentarios de los lectores: «El bautismo es un sacramento y quien pase de la fe católica no debiera pedirlo. Es como si pides a tu cardiólogo que te administre la extremaunción porque no crees en Dios… Una payasada más fuera de lugar, hacerse notar y punto». Otro comenta: «Me parece bien. Es un acto simbólico para dar entrada a una nueva vida como ciudadano». Y otro lector añade: «Que yo sepa cuando nace un niño se le inscribe en el juzgado correspondiente y ya queda registrado como ciudadano».

La iniciativa municipal no es original, pues ya hace años que otros ayuntamientos han establecido el mal llamado ‘bautismo civil’ o la ‘primera comunión por lo civil’. En realidad se trata de un invento de la Revolución Francesa para contraponer al acto religioso otro de carácter civil. Esto puede hacerse como una forma de enfrentamiento a la religión cristiana o también considerándolo como algo compatible con la ceremonia religiosa.

En cualquier caso así como se puede hablar con toda propiedad de matrimonio civil o de entierro civil, sería ridículo utilizar esto mismo con relación a los sacramentos del Bautismo o de la Eucaristía. Otra cosa es que algunos papás que no aceptan estos sacramentos deseen celebrar una fiesta familiar para que sus hijos no se vean discriminados con relación a otros niños. Desgraciadamente pudiera suceder que, aun aceptando la ceremonia religiosa, a algunos papás sea la fiesta lo que más les preocupa.

En cuanto a lo del adjetivo ‘laico’, no podemos olvidar que esta palabra viene del griego ‘laos’, que significa pueblo. Precisamente uno de los principales documentos del Concilio Vaticano II es el delicado a los laicos, que son la gran mayoría que forma el ‘Pueblo de Dios’. Es penoso que también esta hermosa palabra se prostituya.

Digamos para concluir que como lo original no hay nada. Si te tomara más en serio el verdadero bautismo veríamos que no hay mejor carta de ciudadanía.
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