Por eso, la delegada del Gobierno en la comunidad ha asegurado “con toda rotundidad” que no se va a cerrar “ningún cuartel de la Guardia Civil”, sino que en lo que se trabaja “cada día” es en “seguir incrementando las plantillas para poder prestar mejores servicios”. Desde el inicio de la actual legislatura, Barcones ha subrayado que en Castilla y León hay 700 agentes más entre la Guardia Civil y la Policía Nacional y si hablamos de León esta cifra ronda los cien agentes. “Eso es en lo que trabajamos, en que cada día haya más agentes, en llenar los cuarteles y en recuperar las plantillas que desgraciadamente otros gobiernos decidieron perder”, ha insistido.
Las mejoras no solo se quedan ahí, sino que abarcan otros campos. Se han visto reflejadas, según sus palabras, en las retribuciones de estos agentes, que se han incrementado cerca de “un 25 por ciento”, o en inversiones de hasta 120 millones en infraestructuras de seguridad del Estado tanto en edificios como en vehículos.
"Un largo camino por recorrer"
Por su parte, el general de brigada jefe de la 12 Zona de la Guardia Civil en Castilla y Leon, Luis del Castillo Ruano, ha agradecido el esfuerzo, pero ha reconocido que “siguen faltando cosas”. “Se ha dado un paso muy importante, pero es solo un paso. Nos queda un largo camino todavía por recorrer para conseguir que todas nuestras infraestructuras, el material del que disponen nuestros hombres y mujeres y todas nuestras plantillas vuelvan a estar en una situación óptima. Creo que vamos por el buen camino, pero esto es una carrera de fondo, no un esprint. Hemos avanzado estos primeros pasos, pero hace falta un esfuerzo sostenido a lo largo de varios años con inversiones constantes tanto en personal como en material”.Del Castillo Ruano ha recordado también que en Castilla y León “hay más de 260 acuartelamientos (más de 2.000 en todo el territorio nacional)” y en los últimos años “no nos ha llegado el dinero necesario para que esos cuarteles estén con una operatividad al cien por cien”. Por eso, han tenido que “priorizar” y tratar de salvar las carencias que, sobre todo, ha dicho que se notan “en las viviendas de nuestro personal” y que ha confiado en que puedan llegar a subsanarse.
En cuanto a las vacantes, ha indicado que existen “aproximadamente mil” en Castilla y León, pero cubrirlas “es un proceso lento”, porque el periodo de formación de un guardia civil es de "dos años”. Así, aconsejó que no nos volvamos “locos” con grandes cifras, porque “hace tiempo decidimos apostar más por la calidad que por la cantidad” y volver al criterio contrario es “una experiencia del pasado que espero que no volvamos a repetir”. “Tenemos que conjugar el ir incrementando las pantillas con mantener unos estándares mínimos de calidad en el personal que entra a formar parte de la Guardia Civil”, ha marcado como objetivo.