Bárcena alcanza ya el 85% de capacidad pese a más de un año de riesgo de sequía

Las cifras de la última semana hablan de más de 285 hectómetros cúbicos embalsados, superando la media de los diez últimos años y el dato de 2016, un buen ejercicio de lluvias

D.M.
22/03/2018
 Actualizado a 11/09/2019
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El embalse de Bárcena vuelve a poner de manifiesto el gran poder de recuperación de sus reservas de agua del río Sil a su paso por el Bierzo, incluso con en un año complicado.

Las cifras de agua embalsada hablan por sí solas y pese a estar precedido de un año de prealerta y alerta por sequías, el agua embalsada Bárcena supera actualmente el 85% de la capacidad, según los datos de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil.

De hecho, en los datos oficiales de la anterior semana, la cifra había superado el nivel de reservas de la media de los últimos 10 años y la actualización de esta semana habla de que se ha sobrepasado ya la cantidad de agua del ejercicio de 2016, un año de abundantes lluvias que se situó muy por encima de la media.

Los datos oficiales de esta semana del embalse de Bárcena, perteneciente a la cuenca Miño-Sil, hablan de 285 hectómetros cúbicos de agua de los 340 de capacidad que tiene la presa, un 83,58% del total.

Son 41 hectómetros cúbicos más que en la medición de la semana anterior. Pero los datos en tiempo real, que se actualiza cada pocas horas, certifican que las lluvias y las nieves de los últimos días siguen aportando agua desde los afluentes al río Sil, que hacen aumentar con el paso de las horas las reservas del pantano.

Estas cifras suponen que la presa contenga a día de hoy mucha más agua que el año pasado a esta misma altura, cuando las reservas se situaban en el 62%, y que la media de esta misma semana en los últimos diez años, que se establece en el 70,5%.

La buena situación del pantano en cuanto a reservas llama la atención al tratarse de un ejercicio en el que el Bierzo ha estado en situación de prealerta por sequía durante diez meses, desde enero hasta octubre de 2017 y después de alerta, decretada por la Confederación Hidrográfica Miño-Sil en ese mes de octubre ante la ausencia de previsión de precipitaciones.

Pero el invierno ha tornado por completo la situación y los distintos temporales de agua y nieve que han protagonizado los tres últimos meses han devuelto el agua al terreno.

Aparte de la nieve en cotas altas que ha afectado a pueblos de montaña en el Bierzo desde enero, este invierno que acaba de concluir ha dejado ver la nieve incluso en cuatro ocasiones en Ponferrada, situada por debajo de los 500 metros de altitud y en altitudes medias del Bierzo, con rápidos deshielos que aportan de forma inminenteagua a manantiales, acuíferos, arroyos y ríos.
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