Balboa lanza la idea de alquilar las casas vacías durante el año para el turismo

Balboa se está convirtiendo en un destino rural turístico por excelencia en el mapa berciano, pero se queda corto en plazas para acoger a esos visitantes y conseguir que se queden al menos un fin de semana. Por eso su alcalde, Juan José López lanza la idea de que salgan a alquiler las viviendas que, a lo largo del año están vacías y solo son destinos vacacionales de un mes «solo el 30% de las casas están habitadas todo el año», dice, aunque es consciente del rechazo de los propietariosa esta idea «porque no están acostumbrados a compartir esa propiedad».

López se presta a crear algún tipo de acuerdo para que esos alquileres sean seguros, como hace el Banco de Tierras comarcal con las propiedades, pero por el momento solo puede animar a los vecinos a que quieran ofrecer soluciones habitacionales para los turistas.

Y es que reconoce que cada vez son más los que llegan a participar de iniciativas como la recuperación de la foliada, el último evento que ha acogido hace unas semanas y que ha supuesto volver al encuentro con la música de una manera natural. Le seguirá a ese acontecimiento el San Juan, ya tradicional y un festival de música indie que se inició el año pasado por parte de unos organizadores madrileños que este año quieren duplicar su duración para pasarla a dos días e incrementar su contenido con talleres y otras actividades.

López asegura que el público joven es puerta abierta a las visitas de sus padres y así se consigue «una promoción barata que funciona» y que hace que sea urgente ofrecer esa posibilidad de quedarse a lo largo del fin de semana.

Balboa cuenta con un albergue que tiene una treintena de plazas, además de una casa rural independiente que ha aprovechado la casa del médico, y ya se le ha quedado pequeño, por lo que ha iniciado un nuevo proyecto que permitirá acondicionar el segundo piso del mismo, hasta ahora almacén, además del viejo edificio del Ayuntamiento de los años 50. Pero lo primero es trasladar a las dependencias nuevas del Consistorio, farmacia, médico y Ayuntamiento para poder hacerlo y también conseguir ayudas para sufragar un importe aún sin cuantificar, aunque la obra se espera que sea inmediata, por la necesidad que hay de acometerla «esperemos que pueda encajar en alguna línea de subvención de Diputación o de la Junta», explica López.

Al tiempo, uno de los ejes centrales de su turismo, el antiguo castillo, ha comenzado ya a resurgir de su peligrosa desaparición. Al borde de acabar en el suelo, tanto Diputación como Junta liberaron sendas partidas para recuperarlo y las obras se han iniciado. Aunque reconoce el alcalde que el invierno ha hecho que se retrasen «ya están a la mitad» de la primera fase, que contiene la recuperación de la torre dañada. Para esa intervención la Junta había cuantificado una inversión de 80.000 euros para la recuperación de la torre del homenaje, en mal estado, incluso por seguridad, puesto que podría suponer un accidente potencial al paso de los turistas.

Pero no llegará para salvar la fortaleza y necesita una segunda fase, que ya prepara la Diputación y es la consolidación de la muralla y la recuperación posterior de otra torre que ya está casi desaparecida más cercana al pueblo, según explica López.

Para esa intervención, que debe esperar a la conclusión de la primera, se reservan 190.000 euros por parte de la Diputación de León y ambas deben estar rematadas antes de que acabe este año, dice el regidor. Aunque asegura que las obras son muy complicadas «sobre todo por el acceso para llevar materiales», se congratula de que por fin se haya entendido la necesidad urgente de no perder un patrimonio medieval cuyos restos incluso fueron declarados Bien de Interés Cultural, en 1949.