Bajo la Montaña Mágica

"El noroeste del Bierzo está presidido por una Montaña Mágica que cada aterdecer resplandece. Hoy iremos al encuentro de esta montaña llena de sorpresas y riquezas, de historias y leyendas"

Alfonso Fernández Manso (Texto) / Isidro Canóniga (Fotos) / Óscar Fernández Manso (Cartografía)
25/08/2016
 Actualizado a 11/09/2019
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Si, la ‘Pena do Seo’ como dicen en la zona, fue el escenario de algunos de los acontecimientos más literarios de la historia contemporánea de la comarca. Durante la Segunda Guerra Mundial se descubrió que las entrañas de la montaña poseían un mineral imprescindible para ganar la guerra, el wolframio. La nueva tecnología alemana habían demostrado que el wolfran era capaz de endurecer el acero que utilizaban en  los blindajes de sus vehículos y en las cabezas de los temidos misiles V1 y V2. Los países aliados desconocían la fórmula prodigiosa en la que se utilizaba el wolfran, pero pagaban por el mineral cantidades aún más desorbitadas que los alemanes para evitar que el extraño mineral llegara a sus manos.  

Esta «fiebre del wolframio» fue retratada magistralmente por Raúl Guerra Garrido en su novela «El año del wólfram». La novela describe el mundo rural de la posguerra civil española en la que conviven humildes familias de mineros y agricultores, audaces prófugos como Ausencio, el protagonista, temerarios y leales hombres en busca de una nueva vida, cobardes incapaces de rebelarse ante la injusticia, corruptos agentes de la autoridad cegados por la codicia o enigmáticos espías colocados por las potencias en guerra en puntos estratégicos de la comarca. Hoy, al finalizar nuestra etapa alcanzaremos la Montaña Mágica y descubriremos los parajes en los que se desarrollaron estos singulares hechos históricos. Dejemos ya atrás la singular belleza celta de Balboa. A la salida del pueblo nos encaminaremos por una pequeña senda que discurre paralela al Río Balboa y que asciende directamente hacia la localidad de Parajís.  En Parajís visitaremos una de las ermitas más peculiares del Bierzo, la Ermita del Santo Ángel, en cuyo interior podremos ver una extraña imagen, nos referimos al Demo de Parajís, figura sobre la que recaen numerosas leyendas. No te olvides de preguntar por estas historias demoniacas antes de abandonar la aldea. Saliendo de Parajís, por una pequeña senda que nace en el centro del pueblo, caminaremos por una zona de tierras abandonadas, que discurre hacia  la cresta de una pequeña elevación, desde donde podremos observar una de las imágenes más impactantes de ese Bierzo circular que estamos recorriendo en nuestro periplo de 80 horas. Más adelante nos iremos aproximando  por una pista  hacia la localidad de la Braña, donde podremos aprovechar una fuente de agua limpia y cristalina para hacer un descanso en el camino. Saldremos de la aldea caminando por un pequeño sendero que nos adentra de un monumental souto de castaños hasta llegar Ransinde.
Por cierto, en la entrada del pueblo descubriremos  algo realmente interesante, los restos de una antigua Calzada Romana. De Ransinde caminaremos a Ruitelán por donde pasa el Camino de Santiago. Seguiremos caminando hasta Herrerías de Valcarce con su espectacular puente romano y su fragua de origen medieval, perfectamente restaurada.  Saldremos de Herrerías por la senda que se dirige hacia el cordal de una pequeña sierra, donde se encuentra situada la localidad de Villasinde.  De la localidad de Villasinde caminaremos hacia Hermide, por una pequeñísima senda que discurre, entre inmensos sotos de castaños y los pastos ocupados por gran cantidad de ganado vacuno.  De Hermide a Moldes la senda discurre por la inmensidad de un precioso bosque de castaños,  que aparece como área de separación de las dos localidades.

A partir de Moldes nuestro camino discurre entre una espesa masa boscosa y un impresionante paisaje de preciosos escarpes redondeados por la erosión y espesamente cubiertos por la vegetación, que alcanza en este área verdores de luminosidad inesperada. En el transcurrir entre Moldes y las localidades de Peñacaira  y Mosteiros,  el paisaje está pintado por verde de los impresionantes bosques se hace mucho más intenso, y el camino se va encajando entre las cristalinas e inmaculadas aguas del río Corporales.

Poco nos queda ya para alcanzar la Montaña Mágica. Una vez en Mosteiros, deberemos coger una pista que asciende prácticamente en vertical hasta uno de los cordales de la Peña del Seo, y donde nos adentraremos en el territorio del Wólfram, ya de camino a la localidad de  Cadafresnas.
Desde el punto más alto de este cordal, discurriremos hacia la localidad de Cadafresnas, disfrutando siempre  de las maravillosas vistas que nos ofrecen las antiguas minas de wólfram. El misterioso paraje que se extiende por la base de la Peña del Seo sorprende con las ruinas de un enigmático e inquietante complejo minero-residencial.

Es muy llamativo contemplar las elegantes viviendas del poblado, flanqueando la calle en pendiente, con sus paredes de gruesa piedra caliza.
Es sorprendente ver cómo estas instalaciones de mediados del siglo pasado poseen modernos baños e instalaciones eléctricas.  
En este singular paraje te quiero recordar que ya hemos completado las primeras 63 horas de nuestra impresionante Vuelta al Bierzo en 80 horas. Julio Verne hubiera estado muy orgulloso por haber superado ya casi todo nuestro reto.
¡Qué poco queda ya!
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