23/12/2022
 Actualizado a 23/12/2022
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Les hablaba hace un par de semanas de la posverdad en la que hace tiempo lleva instalado el alcalde de León en relación a la no designación como sede de la Agencia Espacial, pero ese solo es un ejemplo más de lo que empieza a ser tónica general, por desgracia para nuestra propia ciudad.

Define la RAE el término posverdad como una ‘distorsión deliberada de una realidad, que manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública y en actitudes sociales’ y pone como ejemplo la frase «Los demagogos son los maestros de la posverdad». Por desgracia, la RAE no ilustra con imágenes sus definiciones, porque si fuese así, seguramente pondrían la foto de Sánchez, Tudanca, Cendón o José Antonio Diez junto al término.

Sin embargo, la posverdad triunfa cuando los ciudadanos, llevados por esas emociones a las que alude la RAE en su definición, ‘compramos’ esos argumentos que van lanzando los demagogos, maestros de la posverdad. Nosotros tenemos la responsabilidad, como ciudadanos libres y más inteligentes de lo que algunos políticos piensan, de cultivar el espíritu crítico y discernir entre la realidad y lo que nos quieren hacer pensar. Quitar el velo que ponen frente a nuestros ojos para que terminemos haciendo lo que ellos quieren, mientras ellos se perpetúan en una posición social a la que, de otro modo, desde el emprendimiento, experiencia laboral o formación, nunca habrían llegado.

Volviendo al caso de la ciudad de León, me llama la atención cómo no pocas personas ven electoralmente ‘fuerte’ a José Antonio Diez y le tienen prácticamente como ganador seguro de las próximas elecciones. Sin embargo, cuando les preguntas a esas mismas personas qué es lo que ha hecho Diez por el futuro de la ciudad, por el León de la próxima década, por poner a la ciudad en el TOP 10 de algo, se limitan a comentar como hitos la apertura de la Era del Moro, la semi peatonalización de Ordoño o las luces de Navidad. Tiembla Málaga, que vosotros os estáis convirtiendo en la capital española de las ‘startups’, con el nuevo gran centro de investigación de Google sobre la ciberseguridad y malware, pero nosotros podemos pasear por la Era del Moro, proyecto, por cierto, de anteriores equipos de gobierno.

Pero en León somos así y quieren que pensemos así, en pequeño. Se toma como grandes valores que el alcalde salude por la calle, vaya a todas las misas y entrega de premios que pueda y lo que es más sangrante, esté enfrentado a todo el mundo de cualquier institución dentro y fuera de su partido, porque en León eso nos pone.

Si algo debe ser un alcalde es relaciones públicas, alguien positivo que intente llevarse bien con todo el mundo, que busque, abra puertas y traiga proyectos para su ciudad, alguien que responda a la ‘ambición’ sana de sus ciudadanos, que tenga visión estratégica de hacia dónde tenemos que ir para volver a ser lo que fuimos y no un alcalde preocupado solo por la foto junto a un león, el continuo lamento y peatonalizar una o dos calles más.
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