Ayudas para los más vulnerables

Las solicitudes de la Renta Garantizada de Ciudadanía se han reducido en un 40% en cuatro años en Castilla y León, influidas por el menor paro y pobreza severa y la puesta en marcha de diversas medidas de inserción laboral. Son datos anunciados ayer por la consejera de Familia de la Junta, Alicia García, datos que vienen a evidenciar la tendencia decreciente de esta ayuda dedicada a las personas más vulnerables. En Castilla y león, se pasó de las 8.584 peticiones de 2015, a las 7.914 registradas en 2016, las 6.367 que se produjeron en 2017, y las 5.134 que se realizaron a lo largo del último año. La mayor integración en el mercado laboral fue más acusada entre las personas con mayor grado de vulnerabilidad, lo que motivó que uno de cada tres perceptores de Renta Garantizada encontraron un empleo, un total 3.360 de los 10.557 existentes el pasado, lo que supone el aludido 43% de incremento entre los que encontraron un trabajo en 2018 frente a 2015, y en total salieron de la renta 1.006 personas más. En cuanto a la evolución del número de titulares, las cifras reflejan que 2015 había un total de 11.813 beneficiarios de la prestación económica, que en 2016 pasaron a ser 11.765, para continuar reduciéndose la cifra hasta los 11.352 de año 2017 y, finalmente, los 10.557 del último año, con una bajada de un 10,6%. Un dato que es más que un síntoma de la economía.