Auxiliares de Compostilla y trabajadores de Jupiter Bach se manifestaron ante Sánchez

Los extrabajadores de las subcontratas de Endesa consiguieron el compromiso de Tudanca de que esta semana se podría solucionar su futuro

Mar Iglesias
10/10/2021
 Actualizado a 10/10/2021
Manifestantes a las puertas del Pabellón José Arroyo de Ponferrada a la espera de la visita del presidente del Gobierno. | MAR IGLESIAS
Manifestantes a las puertas del Pabellón José Arroyo de Ponferrada a la espera de la visita del presidente del Gobierno. | MAR IGLESIAS
Medio centenar de manifestantes estaban a las puertas del Pabellón José Arroyo de Flores del Sil, en Ponferrada donde el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez llegaba a las 11,15 a participar en un acto político de apoyo al secretario regional del partido, Luis Tudanca y englobado en la previa del 40 Congreso federal del PSOE.

Limitados por vallas y entre un arduo control policial que les mantenía en el mismo lugar, se dieron cita los trabajadores de las auxiliares de Compostilla, los trabajadores de Jupiter Bach, apostados a su lado y manifestantes en defensa de la derogación de la Ley 15/1997 contra los recortes sanitarios.

Tres años y 180 empleados, de los que el 80% aún no tiene una solución de salida, es el lamentable cómputo que hacía el representante de los trabajadores auxiliares de Endesa, Alonso Roa, a las puertas del pabellón, a la espera de concretar una entrevista con el presidente que aseguraba haber solicitado para tratar su situación. Roa considera que no se ha llevado a cabo una transición justa en el Bierzo ni siquiera ecológica tras el cierre de la central térmica de Compostilla sin tenerles en cuenta.

Pero sí asegura que justo antes de la visita del presidente, los auxiliares han comenzado a recibir llamadas para incorporarse en algunos trabajos “pero sin orden ni concierto, sin tener en cuenta los perfiles”. Asegura que se les llama para participar en los trabajos de desmantelamiento, que tienen un tiempo limitado deejecución y que tampoco suponen una salida duradera “quieren cubrir el expediente diciendo que sí han llamado a la gente”, rechazó.

Solo 12 personas están trabajando en el desmantelamiento
“con 18 meses de trabajo la gente se ha ido a la calle y no en cuatro años como se decía”. A la llegada de Pedro Sánchez, Roa pudo dialogar con el secretario provincial y regional del partido y le aseguraron que la próxima semana “se comprometían a activar una salida”, asegura. Es decir, que comiencen a ubicarse a los auxiliares en trabajos “según sus perfiles, como se nos dijo desde el Instituto para laTransición Justa”.

También a las puertas del pabellón estaba el presidente del comité de empresa de Endesa en Compostilla, Juan Sobredo que lamentaba que se hubiera hecho “una transición a lo loco” sin controlar si la demanda se podía mantener sin las térmicas “no teníamos suficientes renovables y nosotros lo dijimos”, reprocha. “Era algo conocido que nosotros dijimos hace 10 años, que la transición debía hacerse de forma ordenada”, pero asegura que no se les escuchó y ahora “ya no hay vuelta atrás”, asume.

Pero pide al Gobierno “que se piense cómo hacer las cosas” porque “ha dejado una comarca en ruinas y las soluciones que se nos plantean no son las que se debería”, dice, en alusión a las posibles industrias alternativas que podrían nacer desde el Plan Futur-E puesto en marcha por Endesa para ayudar a la comarca a recuperarse del cierre de la térmica.

Sobredo considera que se debería proyectar una central de hidrógeno verde con Ciuden y Endesa, algo que propuso “y se ha desestimado, tenemos un problema” remarca. Critica que el Futur-E “solo nos ha traído residuos a la comarca”, aunque asume que son empresas privadas que toman decisiones “como mejor les venga a su cuenta de resultados”.

Los manifestantes dejaron libre el espacio una vez llegó el presidente llenando un pabellón que tenía un aforo de 1.200 personas y llegó a las 1.400. Filas de simpatizantes llenaban las calles de Flores del Sil en un reguero importante de gente que se enfocaba al lugar de la cita, donde, sin cumplir las distancias de seguridad y siempre con mascarilla, se reventó el aforo.

Sobre la tarima, los más jóvenes, y en frente un nutrido núcleo de militantes luchando por la fotografía del presidente que recibía y ofrecía aplausos antes de un acto que comenzaba casi media hora después de lo previsto.

Los discursos comenzaron con las palabras del alcalde de Ponferrada, Olegario Ramón, mientras se seguían escuchando los pitidos desde fuera, cada vez más atenuados. Ramón, emocionado, agradeció a Sánchez su visita y recordó que llegaba a una Ponferrada “que ha superado 24 años de nepotismo”, de un PP que ahora “está nervioso”, dijo, en clave local. Aunque presentó a la comarca como un territorio de “gente dura”, sí aprovechó para pedir al presidente “una mano” para buscar alternativas a la muerte de las térmicas y del carbón para compensar "el olvido y dejación de funciones con el que nos castiga la Junta".

Recordó los problemas de la comarca en sanidad, el cierre de la escuela hogar, la no llegada del comprometido parque agroalimentario, para resumir que "nos ha dejado sin nada", como reproche a la Junta y apeló al “orgullo socialista” y a la lucha para trabajar por una solución.
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