javier-callado-2.jpg

Autovías dislocadas

19/07/2018
 Actualizado a 17/09/2019
Guardar
La inauguración de la autovía desde Puente Villarente a Santas Martas es una oportunidad de primer orden para León y su área metropolitana. Para la capital supone fortalecer su carácter de centralidad con un acceso rápido desde un amplio arco provincial. Las entradas desde Cistierna, Mayorga de Campos o los Oteros se vuelven mucho más fáciles y se abren oportunidades urbanísticas para esas zonas. Además los pueblos atravesados por la vieja nacional, ahora convertida en carretera de segunda opción, pueden recuperar esta vía como calle, bulevar o zona comercial. Muchos pueblos tienen una nueva oportunidad, gracias a esta autovía, ligada a dos factores principales más: que tengan internet y que sus cascos urbanos estén cuidados, limpios y sean estéticamente atractivos.

Otra vertiente de esta nueva autovía está en la pérdida de perspectiva de los políticos. ¿Cómo se puede tener una autovía tan importante cerrada durante semanas cuando ya se ha terminado? ¿Cómo se puede jugar con la vida de los ciudadanos de esta manera cuando la recta de Villamoros ha dejado un saldo de varios muertos en los últimos años? ¿Es que no se puede abrir una autovía si no viene no se quién, una autovía pagada por ustedes y por mí? ¿Qué clase de idiotez es ésta que nos quieren vender como normalidad? Las infraestructuras han de abrirse cuando se terminan de construir. Las pagamos entre todos y de todos son.

Una vertiente más son las manifestaciones a favor de construir como autovía el resto del trayecto. No hay razones objetivas para reclamar eso porque ni existe un tráfico que lo justifique, ni hay oportunidad de que llegue a haberlo, ni hay población local suficiente para explotarlo. Lo que procede realizar para que los trayectos entre León y Valladolid sean más rápidos es un conjunto de circunvalaciones. Esta solución sería rápida, de coste asumible, eficaz y defendible. Con las Intensidades Medias Diarias de tráfico actuales y potenciales no hay otra posibilidad lógica.

Por otra parte empezamos a sufrir algo que se venía anunciando hace años: no hay dinero suficiente para mantener una red de infraestructuras de comunicación sobredimensionada. Y no hablen de los aeropuertos, que es lo más barato de cuanto tenemos. El problema es que somos el país de Europa con más kilómetros de vías de gran capacidad por cada millón de habitantes. No digamos en la red de ferrocarril de alta velocidad. ¿Saben que un kilómetro de vía del AVE cuesta 120.000 euros al año en mantenimiento? ¿Saben por qué no se arregla la autovía León-Benavente o la Rías Bajas? Y no son las únicas. Ahora empezamos a notar las consecuencias.
Lo más leído